A pesar de que se había anunciado que el Santuario de Santa Rosa en Pelequén permanecería cerrado el 30 de agosto, día en que se celebra a la santa patrona de América, los peregrinos llegaron hasta el recinto, tanto este día como el fin de semana, pudiendo ingresar al los jardines.
De lejos pudieron ver la imagen de la santa, que fue trasladada al patio, y escuchar por los parlantes alguna de las eucaristías realizadas al aire libre. Es que la devoción a Santa Rosa está profundamente arraigada en la zona y muchos quisieron -a pesar de las restricciones- acompañar la celebración, pedir la intercesión de la santa ante el Señor y pagar sus favores.
Cumpliendo con los aforos, la misa central fue realizada a las 12 horas por monseñor Guillermo Vera, obispo de Rancagua, quien dio "gracias a Dios por permitir reunirnos en torno a la eucaristía", tanto de manera presencial como por medios virtuales, ya que las misas fueron transmitidas por Facebook del santuario y radio Santa Cruz FM.
En su homilía, el pastor diocesano pidió que se renueve nuestra fe y que ella nos aliente a seguir trabajando y a no dejarnos vencer por las dificultades.
Cabe recordar que este es el segundo año en que no se puede celebrar la fiesta de Santa Rosa como tradicionalmente se realizaba cada 30 de agosto, con peregrinaciones masivas y misas multitudinarias, producto de la pandemia.
En ese contexto, el rector del santuario, padre Juan Carlos Farías, recordó que el templo está abierto todo el año y que se invita a los fieles a acudir, evitando aglomeraciones