El obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto se refirió a la aprobación de la idea de legislar el proyecto de ley que despenaliza el aborto hasta las 14 semanas de gestación, por parte de la Cámara de Diputados. Dijo que “como cristianos y católicos y como chilenos debemos vivir esta noticia con tristeza”.
Enfatizó que “hace un tiempo se legisló en torno al aborto en tres causales, y en ese momento la Iglesia señaló que cuando se comienza a legislar a favor del aborto, se abre una puerta”.
El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile lo ha dicho en su declaración: “Sabemos que las legislaciones pro aborto parten, a menudo, planteándose como una excepción, sosteniendo la interrupción del embarazo para casos excepcionales, como se sostuvo por ejemplo al aprobar la ley del aborto en tres causales. Pero la experiencia nos dice que se termina afirmando un “derecho al aborto” y la primacía de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, ignorándose del todo la existencia y los derechos de otro ser humano. Se crea una mentalidad contraria a la vida de la persona engendrada, como si el niño fuera una cosa o un enemigo, y no un ser humano, maravilloso don de Dios..”
El obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, señaló que “frente a esta realidad, como cristianos, como católicos debemos responder siempre defendiendo el don de la vida y promoviendo una mentalidad a favor de ella. Debemos hacerlo en nuestra convicción personal, en nuestras relaciones de familia, con nuestros amigos. Como Iglesia continuáremos predicando en nuestras catequesis, en la homilía. Hemos de trabajar a favor de la vida”.
Recalcó que esta aprobación en la cámara de diputados “no es un logro”. “No es un logro avanzar en una mentalidad anti vida. Como creyentes debemos ser los primeros defensores de la vida, y agradecer el don de la vida, que hemos recibido como un gran regalo de Dios; y trabajar para que otros también puedan venir a participar de una vida en plenitud, que puedan nacer, crecer y desarrollarse con todas las oportunidades”.
Aseveró que “debemos seguir trabajando para que la vida sea siempre valorada”; y llamó a seguir rezando para que “las personas que tienen que tomar decisiones, aquellos que nosotros hemos elegido se abran al espíritu de Dios. Trabajar por la vida y a favor de la vida, dignificará siempre a cada hombre, a cada mujer. Sigamos trabajando a favor de la vida con esperanza”.