Hasta el ex campamento de Sewell, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, llegó el Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Karmelic para celebrar una Eucaristía por todos los trabajadores del mineral y, especialmente, por los de la empresa SACYR – Agua Santa, quienes desde hace un año están trabajando para abrir un camino de 7 kilómetros que permitirá iniciar las faenas de construcción del proyecto a rajo abierto de El Teniente.
La Eucaristía se realizó el pasado lunes 7 de mayo, y nuestro pastor relató que “fue una misa muy sentida, pues fue ofrecida por el trabajador de esta empresa que hace algunas semanas perdió la vida”.
El Obispo de Rancagua recalcó que “rezamos para que Dios pueda librar a estos más de 300 trabajadores –hombres y mujeres- de todo peligro y para que cada uno tenga también el cuidado necesario”.
Enfatizó que “sin buscar protagonismos públicos, ellos están haciendo historia, tanto los trabajadores de El Teniente como los de las empresas contratistas, desde que comenzó esta obra, el año 1905 hasta hoy, han hecho un esfuerzo titánico, gigantesco. Desde sus orígenes, reflexionó el Obispo Diocesano, la extracción ha sido muy compleja: antiguamente no existían las herramientas ni los elementos científicos que tenemos hoy a nuestra disposición.
No obstante, dijo que “es un espacio de trabajo maravilloso, de dedicación, cumpliéndose ahí de cierta forma el mandado bíblico de iluminar la tierra que Dios dio a la humanidad, para que el hombre pueda perfeccionarse y ofrecer un espacio más digno para todos”
Monseñor Alejandro Goic Karmelic señaló que ese día, fue un día radiante.