Frente a una multitud juvenil, el Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Karmelic, dio inició en la Diócesis de Rancagua a la Misión Joven, con una Eucaristía en el Santuario de Pelequén.
La Misión Joven es una iniciativa que pretende provocar la conversión pastoral, tanto personal como de todo el pueblo de Dios por medio de un tiempo fuerte de misión que convoque a las comunidades juveniles y otras pastorales de parroquias, movimientos y colegios.
Esta misión tendrá lugar desde Pentecostés del presente año hasta la misma festividad del próximo año. El signo de este tiempo es la Cruz de Chile, la cual fue entregada a cada Obispo en la última Asamblea Plenaria. Esta cruz deberá peregrinar por cada Iglesia, visitando las diferentes comunidades, de manera de concretizar el testimonio que se pretende impulsar, esto es, anunciar la vida abundante que solo se logra en la persona de Jesús.
En la misa, el pastor diocesano recordó el amor inefable que Dios en Jesucristo tiene para con el hombre y la mujer de todos los tiempos, amor que fue llevado al extremo de morir en la cruz. Por ello, dijo que “la cruz es el símbolo cristiano, ya que significa el amor de Dios que libera de las ataduras que le oprimen. De igual manera recordó que la Misión Joven debe provocar que cada uno de los misioneros deben ser sal y luz de un mundo en constante cambio, de manera de ser auténticos testigos de la vida en una sociedad que apuesta por la cultura de la muerte.
La Cruz de Chile comenzará su recorrido en el Decanato San Fernando – Chimbarongo. El itinerario de la peregrinación está siendo confeccionado por la comisión diocesana de la Cruz de Chile, recorrido que será informado oportunamente por medio de los canales que el Departamento Diocesano de Pastoral Juvenil posee.