El obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto celebró en el Centro Penitenciario de Rancagua, la misa de Navidad que cada año la Pastoral Penitenciaria del Obispado de Rancagua ofrece para esta fecha.
Fue un hermoso momento el que vivieron los internos e internas, quienes después de la Eucaristía participaron en un compartir fraterno, En la oportunidad, el obispo agradeció el servicio como capellán de la cárcel de Rancagua, prestado hasta la fecha por el diácono Francisco Ferrada. Este también fue destacado tanto por los internos e internas como por Gendarmería. Francisco Ferrada seguirá sirviendo a la Iglesia desde otros ámbitos en Talca, hasta donde se trasladará a vivir junto a su familia.
La Pastoral carcelaria, compuesta por hermanos y hermanas que viven su fe acompañando a los internos seguirá realizando el apostolado que hace cercana la ternura de Jesús.