Gracias al apoyo de fundaciones, colegios, particulares y el trabajo de las voluntarias del departamento de pastoral de Migrantes del Obispado de Rancagua, fue posible entregar regalos, alimentos y enseres de cama para 60 familias migrantes.
La delegada episcopal, hermana Claudia Lazcano se mostró agradecida y muy contenta por la colaboración y aporte recibido y que permitió una vez más brindar una Navidad a los hermanos y hermanas que llevan un tiempo en nuestro país o han llegado recientemente: “Es una iniciativa que busca llevar alegría y esperanzas a las familias”.
Es así como durante el 29 de diciembre y el 5 de enero de 2022, las familias retiraron sus obsequios.