Gran preocupación vivieron fieles de la diócesis de Rancagua al enterarse de un incendio estructural que afectó al Santuario de Santa Rosa de Pelequén en Malloa, este miércoles al mediodía.
El fuego afectó principalmente a la sacristía y consumió la antigua casa pastoral. Sin embargo, el templo resultó con daños menores.
El párroco de Santa Rosa, padre Juan Carlos Farías, agradeció la solidaridad y trabajo de todas las personas que permitieron que el siniestro no avanzara. Entre ellos un grupo de fieles que llegó a colaborar y a los bomberos de distintas comunas que trabajaron en la extinción del fuego.
Además, expresó su gratitud a Dios por no lamentar desgracias personales.
Dentro de las prioridades, el padre Juan Carlos señaló que está el dejar operativo el templo para continuar la vida pastoral y sacramental. Luego se preocupara de lo que significa el proyecto de reconstrucción de lo destruido por el siniestro.
Al lugar llegó también el obispo diocesano, monseñor Guillermo Vera, quien destacó la acción de todos los que ayudaron a sofocar el incendio y motivó a que pasado este momento la comunidad se organice para ayudar a reconstruir este lugar de acogida de peregrinos y de oración.