Actualidad Diocesana

“Gracias por la preocupación de todos”

Jueves 17 de Febrero del 2022
El fuego, que fue sofocado gracias al valioso trabajo de Bomberos de Malloa y de comunas cercanas, dañó la sacristía y consumió la antigua casa parroquial, que albergaba las oficinas donde se pagaban las mandas.
“Gracias por la preocupación de todos”, expresó sentidamente el párroco del Santuario de Santa Rosa de Pelequén, padre Juan Carlos Farías, luego de recibir la ayuda y los llamados de cientos de personas que conocieron la noticia del incendio que afectó al recinto el miércoles 16 de febrero, después de mediodía. Señala que el cariño que siente la gente por este santuario se hizo patente, lo que lo tiene muy conmovido y motivado para afrontar el trabajo que viene. Actualmente se encuentra, junto a un grupo de voluntarios, limpiando el templo y removiendo los escombros, para poder seguir a atendiendo pastoral y espiritualmente a fieles y peregrinos. El incendio El fuego, que fue sofocado gracias al valioso trabajo de Bomberos de Malloa y de comunas cercanas, dañó la sacristía y consumió la antigua casa parroquial, que albergaba las oficinas donde se pagaban las mandas. Sin embargo, la nave central del templo resultó con daños menores. El párroco de Santa Rosa, padre Juan Carlos Farías, explicó que son más de mil metros cuadrados de construcción los afectados por el siniestro y que estos corresponden a una construcción que antiguamente albergaba la casa del párroco, las oficinas pastorales y un teatro abierto a la comunidad, pero que después del terremoto de 2010 esas instalaciones quedaron en muy malas condiciones, siendo parcialmente habilitadas como oficinas. De acuerdo con lo señalado por el párroco, en el momento en que se produjo el incendio se estaba efectuando una ceremonia de funeral al interior del templo, pero se alcanzó a evacuar a los asistentes, sin registrarse ningún incidente mayor que implicara daño a las personas. El sacerdote hace hincapié en que está tremendamente agradecido por la solidaridad y el trabajo de todas las personas que permitieron que el siniestro no avanzara. “Hubo una solidaridad extraordinaria entre toda la gente que llegó a ayudar y rescatar los muebles que pudieron hacia los patios para evitar que se siniestraran”, dijo. Además, agradeció a los bomberos de distintas compañías que estuvieron trabajando arduamente en el lugar. El obispo diocesano, monseñor Guillermo Vera, también se hizo presente y destacó la acción de todos los que ayudaron a sofocar el incendio y motivó a que, pasado este momento de crisis, la comunidad se organice para ayudar a reconstruir este lugar de acogida de peregrinos y de oración. Mirada a futuro El párroco y rector del santuario, padre Juan Carlos, señaló que su prioridad es dejar operativo el templo para continuar la vida pastoral y sacramental. Por ello, han estado trabajando para limpiar y remover lo dañado con un grupo de voluntarios de la comunidad. Luego, procederán a la evaluación de daños y verán el camino que tomarán para poder reconstruir lo destruido, que tiene un importante valor patrimonial. En ese contexto, la Seremi de Cultura, Lucía Muñoz, llegó el miércoles con un equipo de expertos para reunirse con el padre Juan Carlos. “Este templo tiene un tremendo valor histórico, religioso y social”, explicó la autoridad. Continuó señalando que “es un lugar muy querido y sabemos la importancia que tiene” y, en ese sentido, comprometió su apoyo para buscar caminos para la reconstrucción de lo destruido por este incendio.