Palabras del Pastor

Obispo de Rancagua explica proyecto “La Vida Siempre”

Monseñor Alejandro Goic se refirió a esta iniciativa de la Pastoral Familiar en conjunto con el Buen Pastor, que busca acoger a las mujeres que han sido violentadas sexualmente, entre otras situaciones de este tipo.

Monseñor, ¿Qué acciones concretas va a realizar la Pastoral por la Vida en la diócesis?

Hace varios meses la Pastoral Familiar diocesana en conjunto con las hermanas del Buen Pastor hemos estado preparando un proyecto que llamaremos “La Vida Siempre”, a través del cual queremos ofrecer servicios concretos a personas que están viviendo alguna dificultad en relación a estos temas. Por ejemplo, cuando existan muchachas jóvenes embarazadas queremos ofrecerles una serie de talleres para preparar esa maternidad precoz; cuando una mujer que haya sido violentada en su dignidad femenina también queremos ofrecer un servicio y en ese sentido va haber un teléfono permanente para acoger todas estas situaciones. En definitiva, lo que queremos hacer y no sólo porque existe este proyecto de despenalización del aborto, es, a través de este centro que va a funcionar en parte de las dependencias del Buen Pastor, que años atrás fue un hogar de niñas, ofrecer a las jóvenes y mujeres que enfrentan este tipo de situaciones, un apoyo pastoral, sicológico y médico para que vivir ese momento. Lo que nos interesa con estas primeras acciones después vendrán otras, es ofrecer un servicio concreto en que manifestemos con obras que nuestra preocupación es amar y respetar la vida desde su inicio hasta su fin natural. También haremos encuentros de reflexión para profundizar en este transcendente tema para la vida de nuestro pueblo.

 

Monseñor, ¿Cómo pueden los laicos participar de esta Pastoral?

Esta va a ser una obra animada principalmente por laicos, muchos de los médicos que han firmado un manifestó por la vida de nuestra región estarán disponibles con algunas horas a la semana para prestar un servicio. También hay laicos de otras realidades y profesiones que ya han ofrecido su servicio. Oportunamente, cuando inauguraremos oficialmente esta obra, entregaremos un tríptico que va explicar con más detalle lo que esto significa. También haremos un llamado a quienes deseen ofrecer estos servicios. Quisiéramos en un primer momento empezar en Rancagua y posteriormente, si la gracia de Dios así lo permite, realizar estas mismas acciones en los grandes centros urbanos de nuestra región: en San Fernando, Santa Cruz, San Vicente. En definitiva, es una acción muy concreta y analizada profundamente, que con la experiencia de las hermanas del Buen Pastor, que siempre han trabajado con la juventud más desvalida, y la Pastoral Familiar, que dirige el doctor Fernando Soto, esperamos ofrecer un servicio eficaz a nuestra juventud, especialmente, en estos temas tan complejos, pero a la vez tan decisivos en la vida de una comunidad y un país.