Las familias más vulnerables del país serán el nuevo sujeto prioritario de la Campaña de Cuaresma de Fraternidad, entre 2022 y 2024. Esta decisión se adoptó luego de un proceso de consulta nacional a las distintas diócesis. Además, se consideró la grave crisis humanitaria que vivimos producto de la pandemia por COVID-19, que ha originado grandes consecuencias en materia sanitaria, económica y social.
El padre Cristián Catalán, presidente de la Fundación Caritas de la diócesis señaló que “realizamos esta campaña de ayuda después de un largo tiempo de pandemia en el país y en el mundo entero. Lo cierto es que en este tiempo como Caritas hemos estado enfocados en las personas más vulneradas de nuestro país”. En ese contexto, han ejecutado diversos proyectos para atender ollas comunes y apoyar con comida, ropa y otros artículos a los más necesitados.
En coherencia al trabajo realizado es que se pidió que con los fondos que se recauden durante el tiempo de campaña se desarrollen luego diversos proyectos en beneficio de esas familias a nivel nacional. “Queremos en este tiempo en que la Iglesia chilena nos hace volcar nuestra mirada a las familias más vulnerables, mirar hacia ellos y llevarles nuestra ayuda en esta Campaña de Cuaresma de Fraternidad”, expresó el sacerdote.
El presidente la Caritas diocesana instó “a todos los hermanos de la diócesis, a los hermanos sacerdotes, a las parroquias, a la ayuda fraterna, a que miremos a las familias más vulnerables de nuestras comunidades, de nuestras parroquias, de nuestra patria para que vayamos en ayuda de ellos. Ciertamente, la Cuaresma de Fraternidad es un aporte pequeño, pero va a servir mucho para aliviar el dolor y las dificultades que están pasando muchas familias en nuestro país en los últimos tiempos”.
Por ello, invitó a que “podamos participar y miremos el rostro de Cristo sufriente en los que son más vulnerables en nuestro país: en las familias, en los niños, en los adultos mayores que lo están pasando mal, para que, desde nuestra comodidad, desde nuestra realidad, vayamos en ayuda de tantos hermanos y hermanas en este tiempo de Cuaresma. Espero que sea un tiempo para mirarnos hacia adentro, para mirar nuestro corazón, mirar este camino de conversión que el Señor nos ofrece y que podamos seguirlo, especialmente, amando a nuestros hermanos”.
La campaña se inicia el 2 de marzo con el Miércoles de Cenizas y concluye el 10 de abril con el Domingo de Ramos, tiempo en el que se pide que los católicos se priven de algunas cosas y fruto de esa privación entreguen los recursos a esta obra. Lo más común es poner el dinero en la “Cajita de Cuaresma”, que se entrega en las parroquias.
Por la pandemia se habitó otra opción para cooperar, se trata de la denominada “Alcancía Digital”, que permite recibir aportes por medio de transferencia electrónica de modo que las personas que quieran colaborar puedan hacerlo de manera simple y segura.