Monseñor Guillermo Vera, obispo de Rancagua, presidió la santa misa de inicio de año escolar en la Diócesis de Rancagua, celebrada en la Parroquia San Francisco de Rancagua el jueves 17 de marzo, a las 19 horas. Ésta fue concelebrada por el Vicario de Educación, padre Patricio Cavour y contó con la participación de docentes y representantes de las comunidades educativas, tanto de manera presencial como on line.
En su homilía, el obispo de Rancagua destacó la importancia de la labor de los profesores, en especial los de religión, quienes hacen presente a la Iglesia y dan a conocer la cercanía de Dios a los niños y sus familias.
En ese contexto, los animó a realizar su labor docente con entusiasmo, amor y alegría, recordando la importancia que tiene para la vida de los estudiantes. Y precisó que deben tener esperanza en los frutos que dará su tarea educativa.
Monseñor Guillermo Vera se dirigió especialmente a los profesores de religión invitándolos a que trabajen en comunión con los párrocos de sus sectores, para aunar esfuerzos en el anuncio de la Buena Nueva. Además, les agradeció su entrega creativa y generosa para hacer crecer el Reino del Señor.
Así, orando por todas las comunidades educativas presentes en la diócesis se dio inicio al año escolar.