Además, acogiendo el llamado que ha realizado el Papa Francisco para que toda la Iglesia se uniera el 25 de marzo a la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, se efectuó misa en el Santuario de La Compañía.
Desde el Santuario de la Purísima de La Compañía, la Diócesis de Rancagua se unió a la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María, que celebró el papa Francisco en la Basílica de san Pedro este viernes 25 de marzo. El obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, junto a algunos sacerdotes, se unió a este rito, a través de una Eucaristía celebrada a las 11 horas del mismo día y que también fue transmitida por distintas redes sociales.
En la oportunidad, monseñor Guillermo Vera Soto frente a los fieles que pudieron asistir de forma presencial, respetando los aforos, enfatizó la importancia de este rito donde en papa Francisco “nos invitó a toda la iglesia universal a unirnos en este acto de fe y creer en la fuerza y el poder de la oración para a través de la intercesión de la Virgen, el Señor nos conceda la gracia de la paz para estas dos naciones: Rusia y Ucrania, y tantas otras que sufren el flagelo de la guerra”.
El pastor diocesano invitó a seguir rezando por el don de la paz y confiando en el poder de la oración y de intercesión de la Virgen Santa ante su hijo Jesús y así podamos gozar días de paz. Recordó, además, que el 25 de marzo se celebra solemnidad de la Anunciación, que fue cuando el ángel Gabriel le revela a la Virgen María que dará a luz a un hijo por obra del Espíritu Santo.
Al final la misa, los asistentes se fueron en procesión a la ermita de la virgen, ubicada en las afueras del templo para realizar el acto de consagración.
Cabe señalar que en la diócesis varias parroquias celebraron una Eucaristía para unirse a esta petición de paz y al mismo tiempo transmitieron la ceremonia de consagración realizada en Roma por el papa Francisco.