- En todas las parroquias y comunidades se volvió a las celebraciones presenciales y se vivió con devoción este inicio de Semana Santa.
“Con Domingo de Ramos comienza la Semana Santa. Esto es importante, porque muchas veces reducimos Semana Santa a viernes y sábado. Semana Santa es toda la semana y comienza con Domingo de Ramos, que es la entrada de Jesús a Jerusalén”, señaló el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto en esta festividad, que él celebró junto a los fieles, presidiendo la misa de 12 horas en el templo Catedral de la diócesis. Además, en todas las parroquias y comunidades diocesanas se vivió con devoción este inicio de Semana Santa, realizando celebraciones presenciales, con las medidas de cuidado adecuadas.
“Sabemos por experiencia que es una hermosa fiesta de fe, que convoca mucha gente, que tratamos de vivir en un ambiente de alegría y de gozo: con procesiones, canto, olivos, alabanza y escucha de la palabra de Dios”, señaló. Destacó también que hace dos años que no habíamos podido vivir el Domingo de Ramos como estábamos acostumbrados, lo que significó que muchos participaran con más alegría y valoraran el vivir esta fiesta en comunidad.
El pastor diocesano también hizo una invitación a participar presencialmente en las actividades de la Semana Santa: “preparémonos para vivir Semana Santa y vayamos a las parroquias y estemos atentos en los horarios de celebración de las parroquias y de las capillas. Ahora ya es tiempo de volver, con fe y cariño y sin temor. Ya no podemos contentarnos sólo con ver las celebraciones por las pantallas que nos han acompañado durante este tiempo, sino que ya debemos ir presencialmente a las parroquias”, expresó.