Dando comienzo al Triduo Pascual, el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera, celebró la misa de la Cena del Señor este Jueves Santo en la Catedral de Rancagua.
En la oportunidad, recordando los gestos que hizo Jesús en la última cena, lavó los pies de los fieles. También destacó que es el día en que se instaura la Eucaristía, compartiendo el pan y el vino con los discípulos.
Esta misma simbólica misa se realizó en las distintas iglesias de la diócesis.