Con el fin de propiciar la participación presencial de laicos y consagrados de toda la Diócesis de Rancagua en una instancia de reflexión e información, la Vicaría Pastoral del obispado organizó la realización de dos asambleas diocesanas. La primera de ellas fue este sábado 23 de abril, de 9 a 13 horas, en el Instituto Regional Federico Errázuriz de Santa Cruz hasta donde llegaron cerca de 150 personas de los decanatos de Cardenal Caro y San Fernando-Chimbarongo.
El vicario pastoral de la diócesis, padre Juvenal Galaz se manifestó muy satisfecho del trabajo que se realizó, pues además de explicar los énfasis que se dará a la labor pastoral este año, se efectuó una dinámica grupal para continuar con el proceso de discernimiento que se ha estado haciendo en la diócesis con miras al Sínodo de la Sinodalidad al que ha convocado el Papa Francisco.
Por su parte el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera destacó la importancia de volver a la presencialidad de las reuniones. “Es necesario que podamos encontrarnos sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos, personal consagrado, junto con los laicos comprometidos, catequistas, agentes pastorales y tanta gente que está trabajando en la vida de la Iglesia. Es importante encontrarse, verse, alegrarnos por estar juntos y por trabajar por el Señor y también soñar la Iglesia que queremos”, dijo.
La asamblea comenzó una misa, luego se dirigió a los presentes el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto. Además, se dieron a conocer los resultados de la consulta sinodal masiva realizada en el mes de marzo en las parroquias y, posteriormente, se realizó un trabajo de grupo para que en oración y participación se vaya definiendo el camino a seguir por la Iglesia.
Cabe señalar que el 30 de abril, de 9 a 13 horas se realizará la segunda asamblea en el Liceo San José de Requínoa y a ella están convocados laicos y consagrados de los decanatos de Purísima, Santa Cruz de Triana, Santos Apóstoles y Santa Rosa.