"Han sido varios años de una sequía persistente y que va agotando la reserva de nieve y agua".
“Cada 15 de mayo, la Iglesia nos invita a hacer memoria de San Isidro Labrador, este año coincide en domingo y aprovecho entonces como obispo de invitar a toda la comunidad católica a que pidamos con insistencia al Señor, por intercesión de este hombre de campo que se santificó en su trabajo pida para nosotros el regalo de la lluvia, tan necesaria en nuestros días”, señaló el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera, en su mensaje a la comunidad diocesana.
Explicó que este llamado a orar intensamente lo realiza porque “vivimos una urgencia de agua. Han sido varios años de una sequía persistente y que va agotando la reserva de nieve y agua. Como una zona eminentemente agrícola, invito a los creyentes que elevemos nuestra mirada al cielo y pidamos con fe el don de la lluvia abundante”, precisó.
Concretamente, el obispo solicita que en “cada comunidad parroquial, en cada capilla, los sacerdotes, diáconos junto a todos los creyentes organicen jornadas de oración, salgan en procesión con el Santo Cristo, con el Santísimo Sacramento, con la imagen de la Virgen o de San Isidro e imploren esta bendición de la lluvia”.
Ese llamado fue escuchado en la Parroquia San Andrés de Ciruelos, donde su párroco, el padre Claudio Fuenzalida junto a los fieles efectuarán una precesión con la imagen de San Isidro este 15 de mayo.
La procesión saldrá del templo de Ciruelos, llevando la imagen restaurada de San Isidro, hasta la comunidad de Pañul y se invita a todos quienes quieran participar de esta peregrinación.