- Durante la celebración de la fiesta patronal de san Antonio de Padua en Chépica.
El 15 de junio vencía el plazo para entregar el informe diocesano del proceso sinodal vivido en las parroquias y comunidades. Por ello, la comisión formada en la diócesis para trabajar en este sínodo le entregó el 13 de junio, durante la Fiesta de san Antonio de Padua en Chépica, el informe final al obispo de Rancagua, Guillermo Vera.
El padre Juvenal Galaz, Vicario Pastoral y coordinador de la comisión diocesana sinodal indicó que desde octubre del año pasado, cuando inició la fase diocesana del sínodo, se ha estado realizando un trabajo por conocer y escuchar a todo el Pueblo de Dios que camina por la diócesis y que el fruto de ello se entrega a nuestro pastor.
Por su parte, el obispo de Rancagua agradeció la labor del padre Juvenal Galaz, de su equipo, y de todos los que dieron su parecer en esta consulta, “aquí está contenido lo que ustedes expresaron, lo que ustedes dijeron que les gusta de la Iglesia, lo que les alegra de ser cristianos, lo que les decepciona de la Iglesia, y el cómo creen que debemos seguir y proyectarnos hacia el futuro”, señaló.
Luego, monseñor Vera y el padre Juvenal Galaz procedieron a firmar el informe que contiene la síntesis del proceso de escucha que se ha hecho, ya sea a través de la consulta realizada en todas las parroquias de la diócesis (19 de marzo) como de las asambleas que se han efectuado.
Posteriormente, este informe fue enviado a la comisión nacional, donde se analizará junto al de las otras diócesis del país, para que sea un aporte para el Sínodo de los obispos de 2023.
Además, el documento, que contiene la síntesis de las alegrías, dolores y esperanzas de quienes forman la Iglesia de Rancagua y muestra los caminos de acción que se han propuesto para la renovación eclesial, será dado a conocer en cada una de las parroquias que participaron en este proceso. Los interesados lo pueden descargar de www.obispadoderancagua.cl