Actualidad Diocesana

Obispo de Rancagua invita a misa para recordar a San Josemaría Escrivá de Balaguer

Jueves 23 de Junio del 2022
• San Josemaría Escrivá falleció el 26 de junio de 1975 y para recordarlo, el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera celebrará una misa el lunes 27 de junio a las 12 horas en la Catedral de Rancagua.

Monseñor Guillermo Vera, obispo de Rancagua, extiende a toda la comunidad una invitación para participar de una eucaristía que se celebrará el lunes 27 de junio a las 12 horas, en el templo Catedral, en recuerdo de quien fuera el fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá.

La vida de San Josemaría Escrivá de Balaguer es un modelo para muchos cristianos que buscan a Cristo en sus ocupaciones diarias. Por lo cual, el Papa Juan Pablo II le llamó “el santo de lo ordinario”. “Os aseguro, hijos míos, que cuando un cristiano desempeña con amor lo más intrascendente de las acciones diarias, aquello rebosa de la trascendencia de Dios”, expresó San Josemaría Escrivá de Balaguer.

SU VIDA

San Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (España - 1902) en una familia profundamente cristiana.

De pequeño tuvo una infancia muy dura. Tres hermanas menores que él murieron siendo niñas, el negocio de su padre quebró y la familia tuvo que mudarse a Logroño. Sitió el llamado de Dios y fue ordenado sacerdote el 28 de marzo de 1925. Años posteriores, con permiso de su Obispo, se traslada a Madrid para obtener el doctorado en derecho.

El 2 de octubre de 1928, Dios le hace ver lo que quería de él y funda el Opus Dei. Al estallar la guerra civil en España en 1936 se inicia la persecución religiosa y San Josemaría se ve obligado a refugiarse en diversos lugares hasta llegar a Burgos. Acabada la guerra en 1939, retorna a Madrid y termina sus estudios de doctorado en derecho. Su fama de santidad se fue extendiendo y dirigió muchos ejercicios espirituales a pedido de muchos obispos y superiores religiosos.

En 1946 se traslada a Roma y obtiene de la Santa Sede la aprobación definitiva del Opus Dei. Partió a la Casa del Padre el 26 de junio de 1975, a consecuencia de un paro cardíaco y a los pies de un cuadro de la Santísima Virgen de Guadalupe. Fue canonizado por San Juan Pablo II el 6 de octubre de 2002.