Un hombre sencillo, humilde y entregado, que en una pequeña aldea de Francia mostró a la comunidad el rostro amoroso del Padre en la Eucaristía y por medio del sacramento de la penitencia, así fue San Juan María de Vianey, conocido como Santo Cura de Ars. Su espiritualidad, que inspira al clero, especialmente, a los párrocos, de quien es santo patrono, es recordada cada 4 de agosto.
En ese contexto, se realizó una celebración diocesana en la reunión que se sostiene el clero el primer miércoles del mes (el 3 de agosto) en Pelequén. De ese modo, los párrocos podrán estar en sus parroquias mañana para celebrar junto a sus fieles.
“Ésta fue una hermosa oportunidad de encontrarnos, de rezar juntos, de reflexionar y de poder también celebrar las vísperas a nuestro santo patrono, Santo Cura de Ars”, dijo el obispo diocesano, Monseñor Guillermo Vera.
La reunión partió con una eucaristía, luego hubo distintos momentos de reflexión y culminó con un almuerzo fraterno.
Santo Cura de Ars
San Juan Bautista María Vianney, popularmente conocido como el Santo Cura de Ars, llegó al sacerdocio luego de sortear muchas dificultades, sobre todo de salud. Su ordenación sacerdotal fue el 13 de agosto de 1815, luego de ello, las autoridades eclesiásticas lo enviaron al pequeño pueblo de Ars, porque pensaban que con sus limitaciones no podría servir en una comunidad grande. Sin embargo, al llegar hizo una profecía: "la parroquia no será capaz de contener a las multitudes que vendrán hacia aquí".
Poco a poco el sacerdote se fue ganando el amor del pueblo y les inculcó el amor a la Eucaristía, siendo su fiesta favorita el Corpus Christi. Su labor lo hizo conocido fuera de la aldea, es así como al poco tiempo de llegar a Ars, la gente empezó a acudir a él de otras parroquias, más tarde de todas partes de Francia y finalmente de otros países, cumpliéndose lo que había señalado.
En el Santo Cura de Ars encontramos a uno de los máximos exponentes de la caridad pastoral, que es el núcleo de la espiritualidad del sacerdote diocesano.
EL 4 de agosto de 1859, el Santo Cura de Ars partió a la Casa del Padre y fue canonizado por Pío XI, durante la Fiesta de Pentecostés en 1925.
¡Feliz día a todos los párrocos y que Dios los bendiga en su labor!