Cada 10 de agosto, el Diaconado Permanente de la Diócesis de Rancagua celebra a su patrono, san Lorenzo. Este año, debido a la pandemia, no se realizará la tradicional reunión de los diáconos y sus esposas en el Santuario de Pelequén.
Frente a ello, el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, envió un afectuoso saludo a los diáconos y agradeció el trabajo que realizan y los animó a continuar con su hermosa misión.
En esa línea, el sábado 6 de agosto, el pastor diocesano se reunió con los diáconos permanentes del Decanato de Rancagua. El coordinador decanal, diácono Hernán Gárate Mori, informó que la reunión se realizó en dependencias de la capilla Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, de la población William Braden, y asistieron aproximadamente 15 diáconos permanente, desde las 9 hasta las 12 horas.
En la oportunidad, el obispo pidió a los diáconos presentarse y contarle cómo había llegado al diaconado y qué tareas estaba realizando. El diácono Hernán Gárate señaló que “fue un encuentro y una conversación muy bonita, porque nos pudo conocer a cada uno y su realidad”.
Explicó que “dadas las condiciones sanitarias, la idea es que cada decanato gestione un encuentro con el obispo para que los vaya conociendo y más adelante podamos realizar un gran encuentro”, dijo.
Previamente, el 28 de junio, el obispo de Rancagua tuvo una reunión por Zoom con todo los consagrados al diaconado de la diócesis en la que los animó en su santo servicio.
SALUDO ASESOR DIOCESANO
Por su parte, el asesor diocesano de los diáconos permanentes, padre Ernesto Castro, quiso enviarles un afectuoso saludo e instarlos a continuar ejerciendo su ministerio.
En ese sentido, los invitó a ser imitadores del Señor Jesucristo, a no olvidar el mensaje del Evangelio; y enfatizó que “ustedes deben ser punto de comunión, están insertos en la comunidad y son considerados como personas distinguidas en el servicio, pensando tanto en el bien que han hecho y que estoy seguro continuarán realizándolo”.