Los feligreses de las nueve comunidades que componen esta parroquia, le agradecieron estos años de servicio al padre, con una misa, varios pie de cueca y un cóctel.
Para el padre recordó en la oportunidad, que –inicialmente- su estadía en Zúñiga era por seis años, pero ya lleva once y que no se irá hasta que entregar el templo reconstruido.