- El obispo de Rancagua señaló que al fallecido Papa le correspondió vivir en tiempos difíciles de la historia y de la Iglesia, y que aún ante ellos “supo guiar la Barca de San Pedro”.
Gran cantidad de fieles participaron en la misa que ofició el obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, este viernes 6 de enero en la Catedral de Rancagua, para agradecer a Dios por el ministerio del Papa Benedicto XVI y orar por su descanso eterno.
El templo se encontraba repleto de fieles de distintos puntos de la diócesis, además de cerca de 10 sacerdotes que participaron en el acto litúrgico.
En su homilía el obispo de Rancagua destacó su carácter de estudioso de la vida y enseñanzas de Jesús, que fue dando a conocer y entregando testimonio de ellas a la largo de su vida. “Como Iglesia de Rancagua nos unimos para dar gracias por la vida de este hombre sencillo, estudioso, que sin duda supo usar muy bien los talentos que el Señor le había regalado. Le regaló una inteligencia sublime, que él supo aprovechar y, a lo largo de su vida, estudió, profundizó y predicó lo que Jesús enseñaba”.
Recordó a los presentes que al fallecido Papa Benedicto le correspondió vivir en tiempos difíciles de la historia y de la Iglesia, y que aún ante ellos “supo guiar la Barca de San Pedro”.
Los presente se unieron así a las distintas iniciativas que ha habido en todo el mundo de orar por el eterno descanso del Papa Benedicto.