Actualidad Diocesana

Con fe y devoción se vivió Miércoles de Ceniza en la diócesis

Jueves 23 de Febrero del 2023
• Este período de preparación, llamado Cuaresma, comienza con Miércoles de Ceniza, que este año será el 22 de febrero, y culmina el Domingo de Ramos, para iniciar la Semana Santa.

El Miércoles de Ceniza, que se celebró en todas las parroquias este 22 de febrero, y contó en cada eucaristía con una numerosa presencia de fieles. Durante las misas, los sacerdotes impusieron las cenizas en la frente de los creyentes en forma de cruz.

En el templo Catedral, la misa de 12 horas fue oficiada por su párroco, padre Marcelo Lorca; en tanto que la de las 19.30 horas fue presidida por monseñor Guillermo Vera, obispo de Rancagua. Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, período de austeridad, reflexión y oración.

“En Cuaresma, el creyente católico es invitado a un tiempo de mayor oración, a la práctica de la penitencia y la caridad. Todas esta son cosas que el creyente ha de realizar a diario pero que en este tiempo ha de realizar con más intensidad y entrega”, señaló en su mensaje nuestro Obispo Guillermo Vera. Con respecto al ayuno, indicó que “que siempre será bueno realizar en algunas oportunidades para mejorar nuestra vida espiritual, se nos enseña que no nos quedemos sólo en la materialidad de éste, sino que el ayuno ha de consistir mucho más en la privación de nuestros vicios que en la de los alimentos”.

Invitó también a realizar en este período obras de misericordia, de acuerdo con las posibilidades de cada uno. “Las obras de misericordia son variadísimas, y así todos los cristianos que lo son de verdad, tanto si son ricos como si son pobres tienen ocasión de practicarlas a la medida de sus posibilidades; y aunque no todos pueden ser iguales en la cantidad de lo que dan, todos pueden serlo en la buena disposición”, precisó el obispo. Indicó que una manera es la participación de lo que en Chile llamamos Cuaresma de Fraternidad. “Son muchos los católicos que ya han llevado a sus hogares las alcancías donde colocarán los frutos de las privaciones voluntarias de este tiempo y con lo cual después se ayudará a los más necesitados”, expresó.

Monseñor Guillermo Vera recordó que la celebración de Resurrección del Señor constituye, sin duda, la fiesta primordial del año litúrgico. De aquí que, cuando en el siglo II, la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo, advirtió la necesidad de una preparación adecuada, por medio de la oración y del ayuno, según el modo prescrito por el Señor.

Junto a estas acciones, se debe recordar que la Cuaresma es un tiempo de conversión, propicio para orar y reflexionar, preparando el Misterio Pascual de Nuestro Señor. Este tiempo litúrgico culmina el 6 de abril.