Procesiones, adoración y eucaristías se realizaron en lalas parroquias y capillas de la diócesis para celebrar la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (Corpus Christi) que tuvo lugar el 11 de junio. Con cada una de ellas se quiso honrar a Jesucristo, verdadera y realmente presente bajo las apariencias del pan y del vino.
El obispo de Rancagua, quien celebró misas en la Catedral de Rancagua y Lo Miranda señaló en su mensaje que: “A lo largo de los siglos la Iglesia no se ha cansado de enseñar la centralidad que ha de tener la Eucaristía en la vida del cristiano. Esta enseñanza ha calado tan profundo en el corazón de los católicos que muchos hermanos nuestros han dado incluso su vida en momentos de persecución por participar en una Misa”.
Además, hizo un llamado a los fieles: “Católicos de Rancagua: gustemos y veamos qué bueno es el Señor. Cada Domingo siempre, y cada vez que podamos durante la semana vayamos a Misa. Junto al sacerdote rodeemos el altar y dejemos que la gracia de Jesucristo inunde nuestras vidas. Junto a la santa Misa, no olvidemos tampoco la presencia del Señor en el Sagrario de nuestras iglesias y capillas, sí, ahí está el Señor, llamando, esperando, recibiendo. Vayamos a estar con el Señor”.