El obispo diocesano, monseñor Guillermo Vera, solicitó al padre Juvenal Galaz que coordinara el proceso de trabajo del Sínodo en la diócesis, encabezando una comisión compuestas por: Pbro. José Vergara, Vicario General; Pbro. Hugo Yáñez, Secretario de la Vicaría Pastoral; Neva Cifuentes (Mov. Focolares); Mauricio Vásquez (Decanato Laical); Myriam Ramírez (pastoral Juvenil); Carola Quesney (Comunicaciones).
Así, se ha comenzado a preparar este “caminar juntos”, que concluirá en su fase diocesana en agosto de 2022. El padre Juvenal cuenta que “con la comisión diocesana estamos en la etapa de preparación del trabajo, que tiene la particularidad que es un trabajo que no vamos a partir de cero, sino que nuestro itinerario está marcado por el Informe de Discernimiento Eclesial, que ya se ha subido a la página web de www.iglesia.cl, y que es un insumo y un aporte muy significativo para nuestro trabajo”.
Recuerda que este proceso de reflexión comenzó el 2018 y que se vio dificultado por el estallido social y por la pandemia, pero aun así se pudo trabajar. Señala que a pesar de que el informe no está desglosado por diócesis, hay una gran riqueza en él, ya que contiene la opinión sincera y fraterna de laicos y consagrados.
Señala que los siguientes pasos a seguir son: primero que la comisión diocesana culmine la elaboración de la pauta de trabajo, que incluye un instrumento para la reflexión y consulta que va ser muy sencillo, pues se sabe que leer un documento muy extenso pude ser agobiante. Lo segundo es dar a conocer este instrumento que será de fácil acceso y permita el diálogo en las comunidades.
El padre Juvenal destaca que es importante que en cada parroquia haya un encargado sinodal y que éste trabaje junto con el párroco. A través de este encargado se canalizará la información para que se pueda trabajar a nivel de grupos más pequeños.
Con respecto a la entrega de resultados de esta reflexión, el padre cuenta que ha habido una novedad muy positiva, pues “la Comisión del Sínodo en Roma ha extendido los plazos, que era algo que nos tenía muy preocupados, pues para nosotros es difícil trabajar en enero y febrero, y se tenían que entregar los resultados en marzo, pero ahora se ha extendido hasta agosto de 2022, lo que nos permite trabajar durante todo el primer semestre del año”. Eso no significa, dice, que se vaya a detener el proceso, pues ya se dará a conocer el instrumento a trabajar en estos dos últimos meses del año. “Queremos seguir motivando y no perder el ritmo de este acontecimiento que es tan importante y esperanzador para nuestra iglesia”, concluye.