Aproximadamente 200 docentes asistieron al XIX Congreso de religión católica, desarrollado en el Liceo San José de Requínoa el pasado 11 de noviembre. El Vicario de la Educación de la Diócesis de Rancagua, padre Patricio Cavour, se mostró satisfecho y contento con el resultado de esta nueva versión del Congreso, pues pese a que se debió reprogramar (se iba a realizar en agosto) “hubo una muy buena convocatoria y los docentes fueron muy participativos durante su desarrollo, la vara quedo bastante alta para el próximo año”, sentenció.
El Vicario de Educación también destacó y agradeció la acogida de la Congregación Murialdina, que facilitó el Liceo San José de Requínoa, donde se efectuó el congreso. Su rector, el padre Eduardo León, saludó y entregó un mensaje a los asistentes.
Durante el Congreso también se contó con la participación del obispo de Rancagua, monseñor Guillermo Vera Soto, quien entregó la distinción a los profesores de religión que están jubilados o iniciaron este proceso. “Fue un gesto sencillo, pero muy significativo que se entregó a 16 docentes para agradecer su trabajo durante tantos años en el aula”, dijo el padre Cavour.
LA CONFERENCIA
La exposición del Congreso “La clase de religión un espacio para el dialogo fe-cultura”, estuvo a cargo Solange Favereau Correa, directora del Programa Pedagogía Media para Licenciados y Programa Pedagogía Media en Religión Católica, magister en asesoramiento Educativo Familiar y en gestión educacional y profesora de Filosofía.
Según el Vicario de Educación diocesana ésta fue bastante valorada por los asistentes al exponer una realidad actual. “Uno de los grandes conflictos de la educación religiosa de estos tiempos -explicó el padre Patricio Cavour- es el choque que existe entre la cultura y la clase de religión, a ésta última se le ve como algo que está quedando obsoleto y que debería cambiarse por otra cosa, muchos profesores sufren la imposición de tener que entregar clases valóricas sin nombrar a Dios, donde no se nombra la religión”, aseveró.
Agregó que “la charla entregada por la docente dio en el clavo en el sentido que debemos reforzar nuestra autoestima como docente y aprender que la clase de religión es vital, que se debe tomar un protagonismo dentro de los colegios, ser estratégico y estar en conversación con los otros docentes y valorizarse. Eso fue algo que ayudó y quedo grabado como mensaje”.