Palabras del Pastor

Obispo de Rancagua invita a “Empezar de nuevo” en mensaje de Cuaresma

Monseñor Alejandro Goic Karmelic, enfatizó, haciendo una relación con los incendios forestales, que en nuestro país también existen otros incendios que minan la condición moral de la Patria.

El mensaje lo titulé “Empezar de Nuevo” en el sentido de que cada año la Cuaresma nos invita  a una renovación de nuestra vida y además lo relacioné fuertemente con lo que ha acontecido en nuestra región y el sur del país a propósito de los incendios que destruyeron miles de hectáreas de nuestra Patria, especialmente afectando a gente muy humilde y sencilla que vive de una agricultura de sobrevivencia. Por eso cuando visité esas familias en Marchigüe, San Pedro de Alcántara y Pumanque, se me ocurrió poner este título al mensaje, porque le fe de esas personas, a pesar de que habían perdido, me emocionó profundamente. Recuerdo una pobladora de Pumanque que me decía: ‘se me quemó todo, pero gracias a Dios estoy viva’, esa fe y esperanza me animó a escribir este mensaje, donde también señalo que en nuestra Patria existen otros incendios: la falta de confianza en las instituciones, abusos en relación a la economía y la serie de personalidades que están siendo juzgadas por falta de honestidad, son otro tipo de incendios que están minando de alguna manera la condición moral de nuestro país. Por eso, en el contexto de la Cuaresma, que es un tiempo de conversión y renovación, asumí esa realidad para invitar a todas las personas creyentes y de buena voluntad a empezar de nuevo, como decía esta pobladora, mi vida está presente, Dios me dejó la vida, y, por lo tanto, cada uno de nosotros puede empezar de nuevo, más allá de las situaciones concretas, históricas que nos ha tocado vivir, y también más allá de los errores, que cada uno, quien más quien menos, hemos cometido en nuestra vida.

En la tradición cristiana la renovación comienza con esas tres obras propias del tiempo cuaresmal: mayor unión con Dios a través de la oración. La oración permite un encuentro más profundo con el Dios que nos ama y un encuentro más profundo con nosotros mismos, para frente a la santidad de Dios pedir la gracia de acercarnos y aproximarnos a ella. Luego, la penitencia: una vida más austera, la fragilidad de la sociedad se ha visto con los incendios que han arrasado miles de hectáreas. En ese sentido, tenemos que cuidar los bienes de este mundo, pero ellos no son sólo para nosotros, son para compartirlos con los demás, por lo tanto, los que tenemos más en bienes materiales o culturales, estamos llamados a compartirlos, por eso un estilo de vida sencillo, austero, y no ostentoso es expresión de que queremos un cambio en nuestras vidas. Luego, la solidaridad, sabemos que en Cuaresma siempre hay una acción concreta. Este año queremos fortalecer el servicio al mundo de los adultos mayores y sus diferentes organizaciones, pero la solidaridad no es solamente para con ellos, sino para con cualquier persona o grupo humano que sufre en cualquiera de las dimensiones del sufrimiento humano. Por lo tanto, ser solidario, compartir lo que somos y lo que tenemos con los menos favorecidos es un imperativo de los creyentes y para los que no tienen el don de la fe es un imperativo humano.