Fueron días intensos pero gratificantes. Durante cinco días el Nuncio Apostólico, monseñor Ivo Scapolo permaneció en nuestra diócesis, donde se reunió siempre en compañía de nuestro pastor diocesano, monseñor Alejandro Goic Karmelic, con las diferentes comunidades cristianas, donde compartió y conversó con los feligreses, los sacerdotes, los diáconos permanentes, religiosos, religiosas, personal del Obispado, niños, jóvenes, ancianos, enfermos e internos de la cárcel. El Nuncio Apostólico tal como había solicitado pudo conocer la realidad diocesana, porque dijo en una de sus intervenciones: “mi misión es acompañar al obispo en su camino para fortalecer e intensificar la comunidad eclesial”.
En los mensajes del representante del Santo Padre en nuestra diócesis, constantemente se le escuchó instar a la comunidad a recordar y tener siempre presente que todos somos parte de una gran Iglesia, la Iglesia Universal. También insistió en las vocaciones sacerdotales, instando a los jóvenes a escuchar su corazón.
La visita del Nuncio fue intensa, comenzó el miércoles 29 de agosto y concluyó el domingo 2 de septiembre, con una Eucaristía en la Catedral de Rancagua, y luego un encuentro con religiosas y movimientos femeninos, en el Colegio Sagrado Corazón de la capital regional, el cual se extendió hasta cerca de las 18:00 horas.
El representante del Papa Benedicto XVI se fue de nuestra diócesis, pero dejó gratos recuerdos a todos quienes tuvieron ocasión de compartir con él, y a quienes se encargó de entregar personalmente una estampa con la imagen del Santo Padre y que en su reverso decía: Recuerdo de la Visita de S.E. Mons. Ivo Scapolo, Nuncio Apostólico de su Santidad.