La visita de la Reliquia de la Santa Cruz de Cristo ha dejado una huella imborrable en los corazones de los fieles de Chépica.
La comunidad de la Parroquia San Antonio de Padua en Chépica vivió una semana de profunda espiritualidad y devoción con la llegada de la Reliquia de la Santa Cruz de Cristo. Desde el viernes 19 hasta el viernes 26 de julio, la reliquia, que ha estado peregrinando desde mayo por toda la Diócesis de Rancagua, fue recibida con gran entusiasmo y fervor por parte de los fieles.
La recepción de la Reliquia de la Santa Cruz ha sido muy buena, señala el padre Juvenal Galaz Rubio, párroco de Chépica, lo que lo tiene muy contento. Hubo una gran participación de la feligresía en las diversas actividades litúrgicas y de oración organizadas durante su estadía.
Uno de los momentos más significativos ha sido la imposición de la Santa Cruz a los enfermos, que fueron visitados por el sacerdote para darles esta oportunidad de encuentro. Además, se programaron otras actividades como la presentación de cantores a lo divino, el sábado 20, y el rezo del santo rosario.
Con todo, la peregrinación de la reliquia no solo ha sido un momento de fe y reflexión, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y reafirmar la devoción religiosa.
En ese contexto, señala el padre Juvenal, que el apoyo de los bomberos de Chépica y Auquinco fue fundamental. Además, la banda de guerra del liceo Fermín del Real Castillo contribuyó con su música, añadiendo un toque especial a las procesiones.
La visita de la Reliquia de la Santa Cruz de Cristo ha dejado una huella imborrable en los fieles de Chépica, y desde el 26 de julio continúa su peregrinación por la Parroquia La Santa Cruz de Santa Cruz.
