Entrar en diálogo con laicos y consagrados para abrir espacios de reflexión sobre temas sociales importantes para la Iglesia ha sido la misión que se ha planteado la Comisión Diocesana Justicia y Paz este año. Con ese compromiso se han gestado encuentros en Rancagua, San Fernando y San Vicente de Tagua Tagua.
Cabe destacar que la Comisión está compuesta por cerca de 20 laicos, de los más diversos ámbitos del quehacer regional, que tienen en común su amor por la Iglesia y un compromiso con su Doctrina Social..
Carlos Bravo asegura que el objetivo que se han planteado es que los laicos tomen un rol más activo y participen en otras actividades, no sólo en la Eucaristía dominical, “de manera que reflexionen sobre los temas que nos provocan socialmente, haciendo un análisis y enjuiciamiento como cristianos”.
¿Cuál es el llamado que le ha hecho nuestro Pastor a la Comisión Justicia y Paz este año?
Nosotros tenemos una misión, que la indicó el Segundo Sínodo Diocesano, que es analizar hechos importantes a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia y eso compartirlo con comunidad. Y es así como hemos preparado un documento en el que exponemos una síntesis sobre tres tremas: desigualdad en Chile, educación y la familia.
La idea es distribuir este documento y conversar con laicos y consagrados en torno a estos tres temas, que son causa y efecto unos de otros, es decir, tienen una imbricación.
¿Cómo ha sido la recepción que han tenido?
En general muy buena, pero debo reconocer que la de San Vicente fue extraordinaria, pues hubo una asistencia de más de 500 personas en el Colegio El Salvador de esa comuna.
A su juicio, ¿qué rol tienen los laicos en la Iglesia?
- Yo creo que el gran rol que tenemos es ser agentes de extensión de la Palabra de Cristo y de la Doctrina Social de la Iglesia. Hay que llevar su Palabra a todos los lugares a que tenemos acceso, ya sea individual o colectivamente.
En lo personal, ¿qué ha significado para Ud. tener un rol más activo en la Iglesia?
- Me ha dado una gran satisfacción, pues me completa como ser humano, es decir, siento un cierto orgullo personal al colaborar, sobre todo en estos momentos difíciles, con la gran función de llevar a todos los rincones la Palabra de Cristo.
Señala que es una forma vivencial de demostrar que “la Iglesia la formamos todos no sólo los religiosos y religiosas”, aseveró.
Con respecto a la trayectoria de esta comisión diocesana, en sus tres años de funcionamiento, señala que en un primer momento los miembros reflexionaron sobre temas sociales, por encargo de monseñor Goic. Ellos fueron, justamente la familia, la educación, y la desigualdad social, lo cual dio origen a distintos documentos. La idea ahora es difundir esos documentos, a través de diálogos sociales, a los cuales asisten los mismos miembros de Justicia y Paz para exponerlos, dando paso a un posterior diálogo.
Ya se ha efectuado encuentros en tres decanatos y quedan por efectuarse otros en Graneros, Pichilemu, Santa Cruz y Rengo, a los cuales desde ya invitan a la comunidad a participar.