La fe y la alegría marcaron la “XXI Peregrinación Juvenil al Santuario de Puquillay”, que año a año, reúne a los participantes de la Pastoral Juvenil Diocesana y que este año estuvo marcada por la presencia de la reliquia de la Santa Cruz.
Fueron cientos de jóvenes de toda la región los que peregrinaron al santuario de la Virgen en Nancagua, este 2 de noviembre, donde compartieron como comunidad y celebraron su devoción a la Madre de Jesús.
Esta actividad comenzó a las 07.30 de la mañana en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced de Nancagua, donde los más de mil jóvenes de distintas parroquias iniciaron su camino acompañados por diáconos, religiosas y religiosos, así como sacerdotes.
Ni el calor, ni el cansancio de la caminata menguaron la energía de los jóvenes, que subieron el cerro Puquillay hasta el lugar donde se encuentra el santuario.
Al llegar a la explanada, los jóvenes vivieron un momento de alabanza liderado por el cantante urbano católico Miquel V White, quien avivó el espíritu con sus canciones y dinámicas. También pudieron visitar la “Feria Vocacional” que se desarrolló en el lugar, donde los peregrinos pudieron conocer los distintos carismas, dialogar en un ambiente fraterno y participar del sacramento de la confesión.
A las 13 horas comenzó la celebración de la Santa Misa celebrada por Monseñor Guillermo Vera Soto, acompañado de presbíteros, diáconos y seminaristas.
Obispo llamó a los jóvenes a ser misioneros
Al finalizar la eucaristía, el obispo agradeció a los jóvenes y a las comunidades por su presencia, y destacó que la peregrinación “tiene mucho que enseñarnos” ya que la vida debe ser como al de los peregrinos, “sé que vengo de Dios y que debo volver a Dios”.
Además el pastor diocesano destacó la entrega de la Cruz del centenario, que se repartió a todos los peregrinos, que es “el signo de este centenario que como diócesis vamos viviendo, es una cruz hermosa, una cruz llena de vida, llena de color”, y agregó que “el Señor nos invita a llevar la cruz, y a veces no la sentimos tan hermosa; ustedes que son jóvenes, ya saben de cruces también, y tienen que prepararse para las cruces que tendrán que enfrentar en la vida, porque nosotros seguimos a Jesucristo, aquel que ha muerto y ha resucitado, aquel que nos ha dicho que en la vida tendremos pruebas, que en la vida tendremos dificultades, pero que nos anima diciendo que no teman porque yo he vencido. Dale vida a tu cruz y pídele al Señor que Él esté ahí siempre con la fuerza de su espíritu animándote”.
Monseñor Vera los llamó a ser “jóvenes de esperanza”, a que proclamen que creen en Cristo, a caminar siempre con Jesús y a ser misioneros en sus comunidades.
Finalmente, agradeció a todos quienes hicieron posible esta jornada, destacando al Padre Robinson Piña, párroco de Nancagua y al encargado de la Pastoral Juvenil Diocesana, Padre Osvaldo Rodríguez.
Una experiencia inolvidable
El Padre Osvaldo Rodríguez Pérez, quien es el Encargado de la Pastoral Juvenil Diocesana, destacó que la presencia de la reliquia de la Santa Cruz marcó el ambiente, ya que cuando se lo comentaron a los jóvenes “muchas personas quedaron fijamente mirando y como que no la podían creer, y después la gente se emocionaba y se conmovía”.
El Padre agregó que la emoción se sentía en el ambiente, ya que la reliquia “pasó de mano en mano, de peregrino en peregrino. Y fue muy bello, insisto, porque pusimos ahí un pañito corporal para poder llevarla y los jóvenes se la pasaban uno tras otro y fue un momento de mucho recogimiento. Siento que marcó algo muy profundo en el corazón de los peregrinos”.
El encargado de la Pastoral Juvenil destacó este evento como un encuentro con el corazón de Jesús. Y aprovechó de destacar la invitación a los jóvenes “para el encuentro de la Jornada Nacional de la Juventud que se va a realizar en La Serena el próximo año del 21 al 26 de enero”, agregando que espera que los jóvenes de la diócesis asistan, para vivir ese encuentro con Cristo junto a peregrinos de todo el país.