R.P.José Catalán “Ha sido enriquecedor volver a celebrar la Eucaristía presencial”

Jueves 01 de Abril del 2021
- Desde Temuco, donde permaneció dos períodos, fue trasladado hasta la Diócesis de Rancagua para apoyar la labor del párroco en San Francisco de Mostazal.

El padre José apenas lleva un mes en nuestra Diócesis de Rancagua. Llegó desde Temuco, donde estuvo durante dos períodos, sirviendo a la congregación Franciscana.

El padre José Tomás Catalán Pérez nació el año 1941 y a sus 80 años, los cuales cumplió el pasado 15 de marzo, todavía tiene energía para servir en la Parroquia San Francisco de Asís de Mostazal, donde el pasado 3 de marzo fue nombrado Vicario Parroquial, para apoyar la labor del párroco, padre Sergio Villalobos.

Cuenta que antes de ser franciscano trabajó un tiempo y luego descubrió su vocación, cerca de los 24 años, la cual lo llevó a realizar su postulantado y posteriormente el noviciado. Realizó toda su formación franciscana en Santiago y la formación teológica en la Universidad Católica. De religioso lleva más de 50 años, mientras que de sacerdote alrededor de 46 años. Después de ordenarse estudió franciscanismo durante dos años en Roma y, después de haber permanecido varios años en la casa de formación, se trasladó a Tierra Santa para servir durante cuatro años. Tras esa incursión estuvo en Carahue, Parral y muchos otros.

“Los franciscanos vivimos en fraternidad, y se van asumiendo roles según las capacidades de cada uno. En ese sentido, yo llego a la Diócesis de Rancagua a la parroquia San Francisco de Mostazal como vicario parroquial”, dijo.

El padre José es oriundo de Nancagua, pero estuvo por mucho tiempo fuera de la Región. Por ello, está feliz de haber regresado a la zona y estar un poco más cerca de la familia”.

“El año pasado estuvimos todo el año encerrados”, señala el padre José, quien recalca que Temuco ha estado mucho tiempo en cuarentena, lo que les significó realizar la Eucaristía sólo de forma online. No obstante, no fue impedimento para desarrollar una vida pastoral franciscana.

En la Diócesis de Rancagua señala “he podido experimentar nuevamente la celebración de la Eucaristía presencial, que me faltaba, porque uno resiente también no tener este contacto con la comunidad de forma presencial”, enfatiza. “Esto ha sido como volver a vivir lo propio nuestro que es la Eucaristía con los fieles y ha sido muy enriquecedor”.