Con una emotiva clausura el pasado sábado 18 de enero, finalizó el 32º Campamento Juvenil de Verano organizado por la Parroquia Sagrada Familia de Palmilla. La actividad, liderada por la pastoral juvenil Talita Kumi, congregó a 35 jóvenes en la playa de Boyeruca, ofreciendo una experiencia única de formación espiritual, recreación y convivencia cristiana.
La semana incluyó misas diarias, talleres formativos y actividades recreativas, además de momentos de fraternidad como las tradicionales fogatas nocturnas. Uno de los hitos fue la limpieza de la playa realizada el lunes 13, un gesto de compromiso con el cuidado de la creación, reflejo de una fe activa y comprometida con el entorno.
El padre Jorge Iván Rojas Soto, párroco de Palmilla, destacó el impacto espiritual del campamento, ya que según comentó, "este encuentro ha sido una verdadera obra de Dios, un espacio para fortalecer la amistad y la relación con el Señor. Agradezco a quienes hicieron posible esta actividad y encomiendo a los jóvenes a la protección de la Santísima Virgen María, para que sigan creciendo en su fe."
El evento fue posible gracias al apoyo de diversas instituciones, como la Ilustre Municipalidad de Palmilla, que facilitó el transporte; la Municipalidad de Vichuquén, que ofreció instalaciones comunitarias; y JUNAEB Maule, encargada de la alimentación. Además, la capilla de Boyeruca, de la viceparroquia de Llico, los acogió en las misas diarias.
Como cada año, el campamento no solo dejó recuerdos imborrables, sino también un profundo compromiso en los jóvenes por vivir una fe auténtica, con valores que inspiran a transformar la sociedad. La Parroquia Sagrada Familia reafirma así su misión de evangelización entre las nuevas generaciones.
