En su intención de oración para febrero de 2025, el Papa Francisco pone en el centro de la reflexión las vocaciones sacerdotales y religiosas, recordando que Dios sigue llamando a los jóvenes hoy, a veces de maneras inesperadas. A través de un emotivo testimonio, el Pontífice comparte su propia experiencia de llamado, cuando, con 17 años, ingresó a una parroquia sin imaginar que allí Dios lo esperaba.
El Papa insiste en la importancia de crear un ambiente acogedor donde los jóvenes puedan expresar sus inquietudes y sueños, siendo acompañados con amor y respeto. “Es necesario caminar con ellos, escucharlos y llevarlos a Jesús, siempre favoreciendo la libertad”, afirma el Santo Padre. En este sentido, la pastoral vocacional tiene el desafío de ofrecer espacios de diálogo sincero, donde los jóvenes puedan discernir su vocación con confianza y valentía.
Mientras que el Padre Cristóbal Fones, S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó la necesidad de confiar en los jóvenes y animarlos a explorar su llamado. “La apertura, la escucha gratuita, la cercanía y el interés son actitudes fundamentales para acompañarlos en este camino”, señala. Además, destaca que la palabra de los jóvenes, incluso cuando cuestiona, puede ser una oportunidad de renovación para la Iglesia.
El Jubileo 2025 es una ocasión propicia para intensificar la oración por las vocaciones, respondiendo así a la invitación del Papa. Acompañar a los jóvenes en su discernimiento no solo fortalece su camino, sino que también revitaliza a la comunidad eclesial, recordando que la misión de Cristo sigue viva en cada generación.