Con su característica cercanía y ternura, el Papa Francisco, a pesar de los problemas de salud que lo han afectado en los últimos meses, ha querido compartir con el pueblo de Dios su mensaje para la Cuaresma 2025. Desde Roma, el Santo Padre nos invita a vivir este tiempo como un camino de conversión, sinodalidad y esperanza, confiando en la misericordia de Dios.
Este año, en el marco del Año Jubilar, el Papa Francisco nos llama a reflexionar sobre tres grandes ejes espirituales: caminar, caminar juntos y caminar con esperanza.
Caminar implica reconocer que somos peregrinos en la vida. Como el pueblo de Israel en el Éxodo, cada cristiano es llamado a salir de la esclavitud del pecado hacia la libertad en Cristo. Este itinerario nos interpela a mirar con misericordia a quienes buscan refugio y dignidad, recordándonos que la fe nos desafía a salir de la comodidad y abrirnos al prójimo.
El segundo llamado es caminar juntos, vivir la sinodalidad. La Iglesia es comunidad, no un conjunto de individuos aislados. La verdadera conversión se manifiesta en la acogida, en la escucha activa y en el servicio mutuo. Cada parroquia, cada familia, está llamada a preguntarse: ¿estamos caminando con los demás o nos encerramos en nuestras propias necesidades?
Finalmente, el Papa nos invita a caminar con esperanza. La resurrección de Cristo nos recuerda que el mal y la muerte no tienen la última palabra. La fe cristiana se sostiene en la certeza de que Dios nos ama y nos llama a la vida eterna. En medio de las dificultades, la esperanza nos sostiene como un “ancla del alma” (Hb 6,19).
El mensaje completo del Papa en el siguiente link: Mensaje del Santo Padre para la Cuaresma 2025