Con una emotiva misa de toma de posesión, celebrada el pasado domingo 16 de marzo, el Padre Felipe Pardo Fariña asumió como nuevo párroco de la Parroquia San Juan Bautista de Machalí. La Eucaristía fue presidida por el obispo de la diócesis de la Santa Cruz de Rancagua, Monseñor Guillermo Vera Soto, quien animó a los fieles a vivir con esperanza y perseverancia su camino de fe.
Durante la ceremonia, Monseñor Vera instó al Padre Felipe a abrazar con amor y responsabilidad su nueva misión pastoral. Al momento de revestirlo como párroco, le encomendó: “Carga sobre tus hombros a esta comunidad, que tú como padre y pastor has de conocer, has de querer, has de servir. Que el Señor haga de ti un buen pastor en medio de tus hermanos”.
En un gesto significativo, el obispo entregó las llaves del templo al nuevo párroco, exhortándolo a que la Iglesia permanezca siempre abierta: “La gente necesita un lugar donde rezar, donde hablar con Dios, donde llorar sus penas. Que esta comunidad sea un espacio de acogida sin discriminación y que tú, Padre Felipe, tengas la capacidad de abrir los corazones para conocer al Señor”.
Por su parte, el Padre Felipe compartió unas sentidas palabras, utilizando la campana parroquial como símbolo de su caminar vocacional. "La campana me ha marcado etapas importantes en mi vida, recordándome que siempre hay algo más allá de lo inmediato, una verdad por abrazar". Con emoción, recordó a su familia, especialmente a su madre de 92 años, y al padre Gonzalo González, quien tocaba la campana en su niñez.
Finalmente, el nuevo párroco agradeció al “Buen Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo en el amor del Espíritu Santo, y a ti también, Madre mía, Madre Santísima, madre de los sacerdotes. Amén”. La comunidad parroquial de Machalí acogió con alegría y esperanza este nuevo inicio pastoral.
