La Eucaristía para la comunidad cristiano católica del mundo entero es la fuente y la cumbre de toda la vida cristiana, porque la Eucaristía rememora el sacrificio de Cristo en la cruz a lo largo de la historia humana. Por eso existe esta fiesta especial que llamamos el Cuerpo y Sangre de Cristo que hoy celebramos en todo el país y que en otros lugares se celebró el jueves recién pasado. Para un cristiano católico la Eucaristía debe ser el centro de la semana, porque a ella venimos a adorar a Dios, a bendecirlo, a pedirle perdón por nuestra infidelidad y a pedirle su gracia para que la nueva semana sea de mayor fidelidad a Jesucristo y el Evangelio. Por eso debería ser la espiritualidad cristiana el centro de nuestra vida, también reunirse con los hermanos que profesan la misma fe y que creemos que en la Eucaristía tenemos la cumbre de la vida cristiana. Por eso hoy, al celebrar la fiesta del Cuerpo de Cristo, reafirmamos nuestra fe en ese Cristo que se entregó en la cruz, pero que sigue siendo para nosotros alimento en la santa Eucaristía para hacer de nuestra vida un don para los demás, porque el que celebra el Cuerpo de Cristo lo reconoce en cada ser humano, particularmente en los más débiles y más sufrientes.
Por otra parte, estos días, las hermanas adoratrices, que actualmente son once: ocho mexicanas, una peruana y dos chilenas, éstas tres últimas en formación, han traído desde México una reliquia de su Beata María Magdalena de la Encarnación para peregrinar por sus monasterios. En Rancagua este centro de oración a Jesús Eucarístico está ubicado en calle Lídice desde el año 2007. Su Beata María Magdalena de la Encarnación, fundó la congregación, y esperamos que pronto sea canonizada. La reliquia de ella va a peregrinar por los cuatro monasterios que existen en Santiago, Chillán, Puerto Varas y en nuestra ciudad. El objetivo es que haya momentos de oración por la vocación Eucarística que estamos llamados a tener todos, para conocer la obra de Dios en esta fundadora María Magdalena, para orar por el aumento de las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada, y sobre todo, que conozcamos más a Jesucristo nuestro Salvador, promoviendo esta oración. También existe la posibilidad de que las parroquias y comunidades reciban por un día esta reliquia para hacer oración, porque en definitiva los beatos y los santos nos muestran la realización del ideal cristiano, nos muestran que es posible vivir el mensaje cristiano a fondo. Por lo tanto, los beatos y los santos son un estímulo a la vida cristiana en las actuales circunstancias que nos toca vivir. Invito a los fieles que quieran ir a orar al Monasterio de las Adoratrices y también a las parroquias que quieran solicitarla para que puedan en su misma parroquia vivir momentos de oración para pedir por las intenciones que acabo de señalar.