Actualidad Diocesana

Diócesis de Rancagua inició Año de la Fe

Viernes 19 de Octubre del 2012
Una verdadera fiesta de fe se vivió el 18 de octubre, en la Catedral de Rancagua. Cientos de fieles oraron y cantaron para dar inicio al Año de la Fe y dar gracias por el aniversario 87 de la Iglesia diocesana.

Una celebración llena de alegría fue la que vivió el pasado jueves 18 de octubre, la Diócesis de Rancagua al dar inicio al Año de la Fe y conmemorar los 87 años de la Diócesis de la Santa Cruz de Triana. La jornada fue larga e intensa: comenzó a las 18:30 horas, con la presentación de la Cantata de la Iglesia Diocesana, creada por el músico Francisco Astorga. Luego, tras realizar el recorrido musical por la historia de la diócesis, desde los inicios de la evangelización, pasando por sus santuarios, obispos y fiestas patronales, el pastor diocesano, monseñor Alejandro Goic Karmelic, presidió la Eucaristía, con la cual se dio inicio al Año de la Fe, en una Catedral colmada de fieles, que aplaudían y cantaban junto al coro.

La celebración se inició con la bendición del agua recordando el acontecimiento del bautismo, porque “en clave de fe -señaló el Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic Karmelic- el don de la fe se manifiesta con el bautismo; luego ésta se irá afianzando con el ejemplo de los padres, los padrinos, al celebrar la Primera Comunión y la Confirmación”.

Agregó que “el llamado que hoy nos realiza el Papa Benedicto XVI es a seguir madurando la fe, a profundizarla a través de la oración y sentir alegría de seguir a Cristo; a no tener miedo a decir soy cristiano-católico y amo a mis hermanos tal como lo hizo Jesús y dar gracias a Dios por el don de la fe y ayudar a que otros también lo conozcan”.

El pastor diocesano señaló que “la Iglesia es como una nave que transita por los mares; a veces, su tránsito es tranquilo y sin contratiempos, otras veces, en cambio, es agitado. No obstante, enfatizó “nunca, nunca va a naufragar, porque en esta barca está el Señor, y Él no va a permitir  que naufrague”.

Monseñor Alejandro Goic Karmelic, hizo un llamado finalmente a vivir este Año de la Fe, con oración y alegría, fortaleciendo nuestra fe e invitar y ayudar a quienes no tienen el don de la fe a  conocer a Cristo.

La Eucaristía continúo con el ingreso de jóvenes portando los cirios, que tras ser encendidos, esparcieron esa luz por toda la Catedral, iluminando las velas que los feligreses portaban, mientras se iniciaba el rezo del Credo Niceno-constantinopolitana.

También ingresaron a la Catedral  los imágenes de la Virgen María y San Pedro; Maximiliano Colbe y Monseñor Romero; Teresa de Los Andes y San Alberto Hurtado; Alcíbides Morales e Iván Caviedes, todos hombres que son un ejemplo de vida. Esta fue una verdadera fiesta, que concluyó con  aplausos y alegres cantos.