Desde la Casa Santa Marta, el Papa Francisco continúa en recuperación tras el alta médica recibida el pasado 23 de marzo. De acuerdo con la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el estado general del Pontífice sigue presentando una mejoría progresiva, especialmente en el ámbito respiratorio, motor y vocal.
Según los informes más recientes, el Papa ha mostrado una reducción en la necesidad de oxígeno, lo que permite un mayor grado de autonomía durante el día. La terapia actual incluye fisioterapia motora y respiratoria, además de tratamiento farmacológico. La evolución es descrita como "lenta pero constante", y la infección que lo afectó sigue "bajo control", tal como lo señalaron previamente los doctores Sergio Alfieri y Luigi Carbone.
El Ángelus dominical del próximo 6 de abril podría desarrollarse de manera distinta a las anteriores, aunque no se han entregado detalles específicos al respecto. Por ahora, no se ha confirmado la presencia del Papa en las celebraciones de Semana Santa, y desde el Vaticano se ha indicado que "es prematuro hablar de ello".
Según informa Vatican News, a pesar de las limitaciones físicas, el Santo Padre mantiene un buen estado de ánimo y continúa trabajando desde su residencia: recibe documentos, sigue la actividad de la Curia y se conecta por videoconferencia a encuentros importantes. Esta semana participó de forma remota en el sermón de Cuaresma del padre Roberto Pasolini y en la misa por los 20 años del fallecimiento de san Juan Pablo II, presidida por el cardenal Pietro Parolin.
Desde el portal de noticias del Vaticano, indicaron que respecto al Jubileo de los Enfermos y del Mundo de la Salud, que se celebrará este fin de semana con la participación de más de 20 mil peregrinos de 90 países, será monseñor Rino Fisichella quien presida la misa en la Basílica de San Pedro y lea la homilía escrita por el Papa.
Francisco sigue rodeado del personal médico y de sus secretarios especiales, sin haber recibido visitas particulares, pero con el corazón puesto en el pueblo de Dios.