El sábado 3 de mayo, en la ciudad de Santa Cruz, se vivió una de las celebraciones más significativas del Año Jubilar de la Diócesis de Rancagua: el Jubileo de los Catequistas, que congregó a más de 800 personas venidas de diversas parroquias de la región. La jornada se desarrolló en comunión con el jubileo convocado por la Iglesia universal bajo el lema "Peregrinos de esperanza", y tuvo como eje la renovación espiritual y comunitaria de quienes dedican su vida a la formación en la fe.
Durante la mañana, los participantes compartieron momentos de acogida, oración y confesión. Inició con una procesión con el Santísimo Sacramento recorrió las calles de la ciudad, testimoniando la fe viva de la Iglesia diocesana, hacia la parroquia La Santa Cruz, donde se celebró la Santa Misa, presidida por monseñor Guillermo Vera Soto, junto a numerosos sacerdotes. ,
El padre Cristián Catalán, vicario pastoral de la diócesis, comentó que “este jubileo no es solo una actividad más, es una expresión de lo que somos como Iglesia: un pueblo que camina unido, que anuncia con alegría y se renueva en la esperanza. Ver a cientos de catequistas compartiendo, confesando su fe, rezando juntos, es una verdadera bendición. Esto nos recuerda que la evangelización nace del encuentro personal con Cristo, y se fortalece cuando lo vivimos en comunidad”, afirmó.
El padre Catalán también agradeció el compromiso de los equipos pastorales y destacó que “la Iglesia está viva en sus laicos. Este encuentro es una muestra clara de cómo el Espíritu Santo actúa hoy en medio de nosotros”.
La jornada del Jubileo de los Catequistas fue una fiesta de fe y comunión, que dejó sembrada una renovada fuerza misionera en este centenario diocesano.