En una jornada marcada por la fe y la alegría, el pasado lunes 12 de mayo a las 17 horas, 15 hermanas Benedictinas del monasterio de Rengo llegaron hasta el Santuario Jubilar de San Judas Tadeo en Malloa para atravesar la Puerta Santa y obtener la indulgencia plenaria del Año Jubilar.
El padre Luis Piña, párroco del santuario, explicó que esta peregrinación fue una iniciativa espontánea de las religiosas: “Hace unos diez días, la abadesa manifestó el deseo de recorrer los santuarios jubilares. Llegaron primero a Pelequén y luego a nuestro templo, donde celebramos la Santa Misa junto a Monseñor Guillermo Vera”.
El ingreso de las hermanas al templo estuvo lleno de significado. “Preparamos la mampara con una cuerda, signo del umbral que se abre. La abadesa, acompañada del obispo, abrió la puerta y todas entraron en procesión. Fue un gesto muy hermoso”, relató el padre Luis.
Durante la eucaristía jubilar, las hermanas Benedictinas entonaron los cantos litúrgicos, y la comunidad parroquial se unió a la celebración. “Nos sentimos muy acompañados, fue una misa llena de recogimiento y alegría”, señaló el párroco.
Monseñor Vera otorgó a las hermanas la bendición con indulgencia plenaria y se les hizo entrega de la Guía del Peregrino, confeccionada especialmente por el santuario de Malloa. Este documento fue timbrado con el sello del Año Jubilar y acompañado por un diploma de peregrinación, además de una cruz de madera, signo del centenario de la Diócesis de la Santa Cruz de Rancagua. Además, por el día de la madre, les regalaron una rosa a cada una de las hermanas.
El padre Luis Piña concluyó agradeciendo la visita: “Es un signo de comunión entre comunidades. Este Año Jubilar nos llama a caminar juntos en la fe, con alegría y esperanza”.