El tema migratorio es una realidad permanente en la historia humana. En la Santa Biblia se dice que el gran primer emigrante fue Abraham, llamado el padre de la fe, y esa es una realidad que atraviesa la historia humana, porque cada persona frente a situaciones complejas que vive por temas económicos, por persecuciones de los sistemas políticos u otros, busca horizontes mejores para su propia vida y la de sus seres queridos. Por lo tanto, el fenómeno migratorio es connatural al ser humano. En el caso particular de Chile, en los últimos años se calcula que ha llegado más de medio millón de migrantes, especialmente de países de América Latina y de Centro América, y frente a ello lo que cabe -a mi juicio- es una actitud de acogida. La canción: “si vas para Chile veras como quieren al amigo cuando es forastero” ojalá que eso sea vida y realidad. Tenemos que acogerlos, integrarlos y dejarnos enriquecer por su cultura, como también ellos recibirán la nuestra. En el caso particular de nuestra región del Libertador, se calcula que ya son más de 8 mil los que han llegado, por eso, la diócesis hace aproximadamente cuatro años inició el esfuerzo de crear una Pastoral para los migrantes, que se ha ido consolidando en el tiempo presente.
Se formó un equipo diocesano, encabezado por el padre Humberto Palma y la religiosa Claudia Lazcano y un grupo de laicos, entre los cuales también hay migrantes, y ellos están elaborando un proyecto pastoral. El día 1 de septiembre lanzamos un folleto que titulamos “Dónde está tu hermano”, que es una reflexión de la Pastoral de Migrantes sobre las tareas que ya está efectuando y también una carta introductoria a ese documento firmada por mí y que invita a toda la comunidad y a todas las personas de buena voluntad a ser acogedoras e integrar a estos hermanos. Este día domingo celebramos en la Catedral la misa de los migrantes para orar por esta realidad tan importante en nuestra región. Por otra parte, se les está ayudando en todos los trámites para la inserción en el país según nuestras leyes. También estamos promoviendo acciones pastorales para aquellos que confiesan nuestra fe católica, tratando de integrarlos a las comunidades y que ellos, a su vez, aporten la riqueza de su propia experiencia espiritual. En definitiva, el folleto que hemos entregado “Dónde está tu hermano” señala una serie de acciones, por ejemplo, para que en los colegios acojan a los niños de otros países, para que se integren y no haya ningún tipo de rechazo, ni maltrato de parte de sus compañeros. También todo lo que significa cumplir la legislación laboral para quienes se integran al trabajo en nuestra región, para que las leyes sean cumplidas: los contratos legales, sueldos dignos, etc. En definitiva, aquí hay un gran desafío que la Iglesia está asumiendo con mucha seriedad y profundidad.