“Quiero pedir una bendición para mi nieto que está enfermo”, dijo una señora con la foto de su ser querido en la mano mientras el sacerdote le hacía más preguntas y le daba la bendición. Tras ella, familias completas, madres embarazadas, adultos mayores hacían una fila esperando también recibir una bendición. La escena se repetía en distintos sectores del Santuario de la Inmaculada Concepción de La Compañía, Graneros.
Al aire libre se celebraba una masiva misa, en otro lugar se recibían ofrendas y se entregaba el sacramento de la confesión. Nada de esto se podía hacer dentro del templo, pues se destruyó completamente durante el terremoto de 2010.
Los fieles siguieron llegando, pues durante todo el día se efectuaron misas a cada hora. La Eucaristía de las 12 horas fue presidida por el Obispo de Rancagua, Monseñor Alejandro Goic Karmelic.
Con flores en la mano, velas y mucha fe los devotos de la Santísima Virgen pagaron sus mandas o pidieron que ella interceda por alguna de sus necesidades. Así, miles de fieles vivieron una vez más esta fiesta mariana.
En Peumo
La Diócesis de Rancagua cuenta con tres templos dedicados a la Inmaculada Concepción de María: La Compañía, Puquillay y Peumo.
En esta última localidad tenían un doble motivo para celebrar, pues su parroquia cumplía 350 años, siendo una de las más antiguas de la diócesis. Es por ello, durante todo el año se efectuaron actividades para conmemorar el hecho y este sábado 8 culminó con una Eucaristía, a las 19 horas, celebrada por Monseñor Goic.