Palabras del Pastor

Obispo de Rancagua llama a vivir proceso eleccionario con respeto y bien informados

Monseñor Alejandro Goic Karmelic explica que “el desafío de quienes triunfen y también de quienes pierdan estas elecciones es escuchar las demandas de las personas”.

Sin duda que participar en elecciones en una democracia es una oportunidad hermosa. La democracia, decía Winston Churchill es la forma menos mala de gobierno, expresando que de todas las formas es la mejor, aunque con las imperfecciones propias de la condición humana. Por eso, por el hecho de haber recuperado desde 1990 el ejercicio democrático en nuestro país tenemos que vivir este tiempo con profundidad, con respeto, con las opiniones distintas y uno no siempre ve eso;  uno espera de los candidatos -especialmente a la presidencia de la República- que hagan propuestas positivas para resolver algunos de los grandes problemas que tenemos como nación;  y muchas veces viven en descalificaciones unos con otros. Por eso que el llamado de la Iglesia es en primer lugar a informarse, a participar, a votar. Comprendo que hayan muchas personas desencantadas de la política, pero más allá de ese desencanto debemos buscar dentro de los posibles candidatos a presidente, parlamentarios y del Core, la mejor gente que nosotros creamos que pueda representar los intereses de todos los ciudadanos, especialmente de los más pobres.  Por lo tanto, mi llamado como pastor es a vivir este proceso con profundo respeto y también a informarse, para que el voto sea maduro y ojalá nadie se abstenga ese día de ir a votar, porque esa es la forma de participar en una democracia, con el voto serio y responsable.  

 

En este mes va a haber muchos foros,  franjas en la televisión, en las radios, afiches, etc.;  que todo sea para celebrar esta fiesta de la democracia. Las elecciones son una fiesta de la democracia cuando se hace con actitud de respeto. También hay que tratar de entender al otro, sabiendo que después, cuando asuman las nuevas autoridades, habrá algunos que triunfaron y otros que perdieron, pero al fin del día Chile será de todos,  de los que triunfaron y van a ejercer su autoridad en el cargo que fueron escogidos, pero también de aquellos que perdieron una elección, pero no la posibilidad de seguir aportando con sus talentos y cualidades al bien de la región y del país. Por lo tanto, trabajemos por la unidad del país, especialmente por las personas más humildes. Como pastor cada vez que recorro la Sexta Región escucho a la gente y sus  demandas son: salud y educación para sus hijos y una vivienda digna. Esas son sus grandes necesidades. A veces, por colocar proyectos ideológicos se divide más a la comunidad nacional, cuando los verdaderos problemas de la gente son tener salud, vivienda y educación. Esos son los desafíos para quienes sean elegidos y también para quienes pierdan.