Sabemos que este Sínodo de la Sinodalidad al que ha convocado el Papa partirá con una consulta en las diócesis, los movimientos, las asociaciones de fieles y las comunidades religiosas o de vida consagrada. Y ese es el proceso que estamos viviendo ahora.
Se ha repetido una y otra vez que están todos invitados a participar, en primer lugar, a nivel diocesano porque son parte del Pueblo de Dios y todos los bautizados deben ser sujetos de consulta. Es aquí, donde el rol de participación de las mujeres es muy importante.
Ya que el 8 de marzo conmemoramos el Día de la Mujer, en Rumbos preguntamos a distintas mujeres ¿qué esperan de este proceso sinodal?
“Para responder esta pregunta podríamos, en primer lugar preguntarnos qué tan importante es la figura femenina para nuestra Iglesia, y tan sólo bastaría pensar en aquella Mujer por cuyo vientre nos vino la salvación; en la forma en que el mismo Jesús se relacionaba con las mujeres de su época (que no eran consideradas), y en tantas grandes figuras femeninas presentes en la Sagrada Escritura y para la Iglesia en general.
Esto ya debería servirnos de inspiración, en torno al nivel de participación que la mujer debería tener a futuro en la misma.
Si bien las mujeres siempre han cumplido un importante rol como promotoras de la fe, es de esperar que exista una mayor representación femenina a la hora de tomar decisiones; y en las estructuras y posiciones de responsabilidad al interior de nuestra Iglesia, de modo que exista una participación equitativa”, Antonia Galdamez, miembro de la Pastoral Juvenil.
“Como mujer comprometida con nuestra Iglesia, a través de la Orden franciscana seglar, Recaudadora de Cali y parte del Consejo Diocesano de laicos, tengo mucha esperanza de lo que nos pueda traer este "Caminar juntos" y contribuir con amor y servicio a la construcción de Nuestra Iglesia del Tercer milenio.
Me entusiasma, me da mucha alegría contribuir, aunque sea con un granito de arena y sentirme parte, para acoger y amar a mis hermanos y hermanas, no sólo católicos, no sólo chilenos, sinó a todos. Todos caben en mi corazón. Y como dice la canción: " No te importe la raza, ni el color de la piel, ama a todos como hermanos y haz el Bien". Bendiciones para todos”, Teresita Armijo, laica, Parroquia San Francisco de Rancagua.
“Espero que busquemos como iglesia el verdadero significado de la sinodalidad, lo que para mí implica una sincera kenosis personal y comunitaria. Solo si somos capaces de morir a lo aprendido, a las formas conocidas, a las imágenes de Dios que no son evangelio, a todo lo que ha hecho de nuestra iglesia un lugar no seguro, una estructura de poder alejada del Reino podremos adentrarnos en el camino sinodal.
Espero que con la ayuda del Espíritu Santo, no nos paralicemos por nuestros miedos a lo nuevo y desconocido, porque apenas estamos aprendiendo lo que es ser sinodal.
Espero que nos demos la oportunidad de convertir decididamente nuestras relaciones al estilo de Jesús. Que transformemos el clericalismo mal entendido, por la única misión de tod@ bautizad@, ser discipul@ del verdadero Amor.
Y espero como mujer consagrada que el laicado sea protagonista del camino sinodal con valor y esperanza”,
Hna. Ma Antonieta Parraguez Ayala
Carmelita Misionera
PUEBLO DE DIOS
Alejandra Segura, coordinadora de la red de mujeres de la Academia de Líderes Católicos comentó en Conferencia internacional Mujeres en la Iglesia: el desafío de la sinodalidad, realizada a mediados de 2021, que “el tema de la mujer en la Iglesia no pasa por lógicas equivocadas de luchas de poder o confrontaciones entre hombres-mujeres, jerarquía-laicos; sino por reconocernos que tanto hombres como mujeres, laicos como sacerdotes, somos parte del mismo pueblo de Dios que peregrina en esta vida”.