El Santo Padre inicia su mensaje de Cuaresma de este 2022, recordando que “la Cuaresma es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado”.
“¿Qué es para nosotros este tiempo favorable?”, se pregunta el Papa en la meditación. Respondiendo luego que “ciertamente, la Cuaresma es un tiempo favorable, pero también lo es toda nuestra existencia terrena, de la cual la Cuaresma es de alguna manera una imagen”.
Lamenta el Pontífice que “con demasiada frecuencia prevalecen en nuestra vida la avidez y la soberbia, el deseo de tener, de acumular y de consumir, como muestra la parábola evangélica del hombre necio, que consideraba que su vida era segura y feliz porque había acumulado una gran cosecha en sus graneros (cf. Lc 12,16-21)”.
Por ello invita a escuchar asiduamente la Palabra de Dios, para responder al don de Dios de ser sus colaboradores obrando el bien.
“La escucha asidua de la Palabra de Dios nos hace madurar una docilidad que nos dispone a acoger su obra en nosotros (cf. St 1,21), que hace fecunda nuestra vida. Si esto ya es un motivo de alegría, aún más grande es la llamada a ser «colaboradores de Dios» (1 Co 3,9), utilizando bien el tiempo presente (cf. Ef 5,16) para sembrar también nosotros obrando el bien”, dijo.
«No nos cansemos de hacer el bien»
En el segundo apartado del mensaje para la Cuaresma 2022, el Papa exhorta a que “no nos cansemos de hacer el bien” (Ga 6,9), de manera especial a través de la práctica cristianas de la oración, el ayuno y la caridad.
“No nos cansemos de orar. Jesús nos ha enseñado que es necesario «orar siempre sin desanimarse» (Lc 18,1). Necesitamos orar porque necesitamos a Dios. Pensar que nos bastamos a nosotros mismos es una ilusión peligrosa”, afirma el Papa.
También invita al “ayuno corporal que la Iglesia nos pide en Cuaresma”, para que “fortalezca nuestro espíritu para la lucha contra el pecado”.
Exhortando luego a recibir la gracia del perdón “en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, sabiendo que Dios nunca se cansa de perdonar”.
Y pide “hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo”, durante la Cuaresma dando con alegría (cf. 2 Co 9,7).
«Si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos»
Al utilizar la imagen del sembrado en la cita bíblica de san Pablo (Ga 6,9-10a), invita el Papa a pedir “a Dios la paciente constancia del agricultor (cf. St 5,7) para no desistir en hacer el bien, un paso tras otro. Quien caiga tienda la mano al Padre, que siempre nos vuelve a levantar. Quien se encuentre perdido, engañado por las seducciones del maligno, que no tarde en volver a Él, que es rico en perdón”.