Palabras del Pastor

Obispo de Rancagua llama a seguir el mensaje de Cristo Rey

Como parte de la celebración de esta solemnidad, el 26 de noviembre, se dedicará el templo que lleva su nombre en el sector de Baquedano y que sufrió dos incendios durante este año.

La Liturgia católica culmina cada año con la solemnidad de Cristo Rey; para el domingo 3 de diciembre, Dios mediante, celebrar el inicio del Tiempo de Adviento que es la preparación litúrgica y espiritual para celebrar el nacimiento de Jesús. La Iglesia coloca en este último domingo litúrgico la festividad de Cristo Rey, pero con una imagen muy distinta a la que se tiene del rey. Ser rey significa tener poder, riquezas, honores, que todos les rindan homenajes, en cambio, cuando nosotros hablamos de rey, hablamos de Cristo Rey servidor que vino a hacerse uno de nosotros para compartir toda nuestra condición humana, menos la realidad del pecado. Él vino a hacer de su vida un don para los demás, por lo tanto, culminar el Año Litúrgico celebrando a Cristo Rey, servidor de todos, es hacernos semejante a él, es hacer de nuestra vida un don para los demás, es gastar los dones que cada uno ha recibido para hacer el bien, para contribuir al bien común de la sociedad. Un tema tan importante en este día en que el país celebra la elección de sus autoridades. Ojalá que estas autoridades y también cada uno de nosotros, en las tareas que tiene, trate de parecerse a Cristo que no vive para sí mismo, sino que vive para los demás, y que su gran tarea es ayudar a la gente a que crezca en su dignidad de persona. Esa debe ser también la tarea de quienes hoy resulten elegidos para asumir las diversas responsabilidades que la sociedad les va a asignar.

 

En este tiempo que culmina el Año Litúrgico, debemos abrirnos al nuevo Año Litúrgico que se inicia y el mensaje es de esperanza. Durante un año entero, desde la fiesta anterior de Cristo Rey hasta hoy, hemos vivido un año con luces y con sombras, ojalá que este Año Litúrgico que comienza lo vivamos con más luces que sombras, que tomemos en serio el mensaje de Jesús y todos nos hagamos servidores unos de otros. Que distinto sería el mundo si cada uno pensara en el bien de los demás. Por eso también, con mucha alegría, el próximo domingo 26 de noviembre vamos a reanudar las actividades en el templo que lleva el nombre de Cristo Rey, en el sector de Baquedano, de la obra de Don Orione, que lamentablemente sufrió dos incendios y que gracias a la generosidad de muchos se ha podido restaurar. Al dedicarlo para el culto divino en esa comunidad y en todas las parroquias debemos hacernos servidores de los demás. Somos cristianos porque seguimos a quien hizo de su vida una entrega total para salvarnos a todos de nuestros pecados, de nuestros egoísmos, cada uno de nosotros está llamado a eso, que Dios nos bendiga, y que el día de hoy, transcurra en mucha paz por las elecciones y que los que resulten elegidos sean servidores de los demás y nunca se sirvan de sus cargos para buscar su propio honor.