Actualidad Diocesana

Emotiva despedida a jóvenes hinchas de O´Higgins

Lunes 11 de Febrero del 2013
- 10 de los 16 fallecidos en el trágico accidente ocurrido en Tomé fueron despedidos en una misa oficiada en el Estadio El Teniente de Rancagua, hasta donde llegaron cerca de 10 mil personas

Enfatizando que el accidente ocurrido en la ciudad de Tomé al bus que trasladaba a hinchas del Club Deportivo O´Higgins, el sábado recién pasado, y que dejó un saldo de 16 muertos, no  enluta sólo a sus familiares y seres queridos sino a toda la ciudad de Rancagua, monseñor Bernabé Silva, Vicario General de la Diócesis de Rancagua, dio el último adiós a 10 de las víctimas fatales.

Esto ocurrió durante la celebración eucarística realizada en el estadio El Teniente de Rancagua, lugar hasta donde llegaron esta mañana autoridades,  familiares e hinchas del club celeste. Los clásicos cánticos de las casi 10 mil personas que repletaron en centro deportivo, dieron un marco de emoción a toda la ceremonia en que se despidió a: Diego Sánchez, Alex Carrasco, Luis Contreras, Joaquín Ávila, Matías Droguett, Sergio Ríos, Nicolás Osorio, Rodrigo Valdés, Ignacio Jerez y Andrés Osorio. Además, se rogó por el eterno descanso de las almas de las otras seis víctimas, cuyos familiares optaron por efectuar una ceremonia más privada.

El Padre Bernabé Silva entregó también las condolencias del Obispo de Rancagua, monseñor Alejandro Goic, quien se encuentra haciendo uso de sus semanas de descanso.  Señaló que a la distancia “él se une en oración tanto a los que perdieron a sus seres queridos como a toda la comunidad rancagüina que sufre por la partida abrupta de las víctimas, en su mayoría jóvenes”. Además, precisó que recibió un llamado del Nuncio Apostólico Ivo Scapolo para expresar que Su Santidad, Benedicto XVI, se une espiritualmente al sufrimiento de las familias.

La ceremonia culminó con las palabras de Ricardo Abumohor, presidente del CD O´Higgins; Jorge Carrasco, coordinador de la barra Trinchera Celeste y del Alcarde de Rancagua, Eduardo Soto. Finalmente, entre vítores y aplausos, los cuerpos fueron trasladados a distintos cementerios de la Región.