El mensaje de este año se titula “Migrantes y refugiados, hombres y mujeres que buscan la Paz”, ya el titulo indica cuál va a ser el contenido de este mensaje, que lo encuentro extraordinario y profundo. Los hombres y mujeres que llegan a nuestras tierras y a otros lugares del mundo, son personas de paz que buscan vivir con mayor dignidad, personas que por diversas circunstancias en sus países no lo han conseguido. En clave cristiana, el Papa nos recuerda que la debilidad humana se les ha de reconocer a todos, porque todos los seres humanos que habitamos el planeta somos hijos e hijas de Dios y todos tenemos derecho a gozar de los bienes de la tierra, porque los bienes de la tierra tienen una destinación universal, como siempre lo ha enseñado la Doctrina Social de la Iglesia. En este sentido, allí se encuentra el fundamento de la solidaridad y del compartir. También el Papa insiste en que es necesario mirar y descubrir que los migrantes que llegan a nuestro país, no llegan con las manos vacías, dice textual: “traen consigo la riqueza de su valentía, su capacidad, sus energías, sus aspiraciones y, por supuesto, los tesoros de su propia cultura, enriqueciendo así la cultura de las naciones que los acogen. Y esto es tan cierto. Nuestro país recibió a fines del siglo XIX y en el siglo XX a muchos migrantes que han sido factores fundamentales, junto con los chilenos, en el desarrollo de la República. En esta nueva migración que ocurre desde países de América Latina y América Central su valentía de buscar otros espacios también será un aporte y una riqueza para la cultura de nuestra patria. Por lo tanto, la actitud es clara: acoger, integrar, respetar y valorar a las personas que llegan a nuestra tierra a hacer con nosotros la historia de este momento de la vida nacional.
El Papa en su documento usa cuatro verbos y creo que allí están las piedras angulares para la acción nuestra: acoger, promover, proteger e integrar. Entonces, lo primero es que esas más de 10 mil personas que han llegado a la Sexta Región debemos acogerlas con respeto y con amor. En segundo lugar, el Papa nos pide proteger y nos recuerda el deber de reconocer y de garantizar la dignidad inviolable de los que llegan buscando asilo y seguridad frente a peligros reales que tenían en sus países de origen. Después el Papa nos habla de promover, tiene que ver con el apoyo en el desarrollo integral de los migrantes y de los refugiados, de ahí que nosotros debemos realizar muchas acciones en nuestra región para promover una vida más digna para estos hermanos que han llegado. Finalmente, el Papa habla de integrar y eso significa trabajar para que los refugiados y migrantes participen plenamente en la vida de la sociedad de la Sexta Región que les acoge en una dinámica de reconocimiento mutuo y colaboración fecunda, promoviendo el desarrollo humano integral de las comunidades locales. Invito a toda la comunidad regional a vivir lo que el Papa en este mensaje nos ha dicho, especialmente con estas cuatro actitudes que son fundamentales en el proyecto que él nos propone de acoger, de promover, de integrar y de proteger.