El Censo nacional de Población y Vivienda 2012, cuyos resultados se entregaron ayer, reveló que 67,37 % de la población se declara católica, 2,59 puntos porcentuales menos que en 2002.
“Yo esperaba, sinceramente, una baja mayor, por todo lo que nos ha acontecido. La connotación pública de algunos hechos dolorosos, como los abusos, nos ha hecho un daño inmenso, pero, honestamente, creo que la baja fue bastante menor de lo que podíamos pensar”, señaló Monseñor Alejandro Goic con respecto a los resultados.
Además, destacó que “eso nos desafía para centrar nuestra acción en seguir trabajando para que las víctimas sean prioritarias en nuestra preocupación y para la transparencia en estos dolorosos episodios, que ojalá disminuyan y desaparezcan definitivamente. Lo que va a ayudar a la Iglesia es su fe en Jesucristo, su confianza en El, y que quienes guiamos el pueblo de Dios seamos lo más coherentes posible dentro de nuestra fragilidad humana”.
Con respecto a la participación real de los que se declaran católicos en su vivencia de fe indicó que “lo que importa no es tanto la cantidad, sino la calidad. Si ese 67% viviéramos a fondo el Evangelio, y si los practicantes de las otras religiones vivieran el Evangelio, Chile sería otra cosa. El desafío es cómo evangelizamos para que tomemos en serio el proyecto de Jesús, que es un proyecto de respeto por la dignidad de las personas, de amor, de justicia. Es la santidad de vida la que nos hace falta en Chile, en todos los niveles”.
Otro punto que destacó es que casi un millón y medio de chilenos dice no tener religión, “ese también es un desafío para nuestra acción evangelizadora, que será resuelto cuando la gente vea más coherencia, una Iglesia más cercana, más sencilla, más humilde, como la que está presentando el Papa Francisco hoy”.